En los últimos días de 2023 y los primeros de este 2024 había estado, como se dice en el argot popular, viendo lo toros desde la barrera, analizando y recopilando información sobre los últimos acontecimientos relacionados con este importante proyecto y que nos tiene bastante preocupados debido a tanta improvisación consecuencia de unos diseños hechos sin la correspondiente interventoría, como ya lo hemos dicho en varias oportunidades.

Las condiciones que se presentaron en los últimos eventos, altas mareas y oleaje por mar de leva, nos dejan más que preocupados por el enfoque que le dan tanto el contratista como el diseñador, quienes, sin un sustento técnico, dan declaraciones que muestran la forma folclórica de afrontar el tema como algo natural y sin importancia, llegando a decir que todo se ha desarrollado dentro de lo previsto. El Ingeniero Monzón, director del proyecto, manifiesta: “La situación requerirá el ingreso de más arena en la zona para recuperar su extensión. Lamentablemente, es un proceso recurrente tras temporales y, desafortunadamente, es una variable que escapa a nuestro control y previsión para el futuro”. ¿Habrá que tener una draga disponible los doce meses del año?

Por su parte, los responsables del diseño, el Departamento de Hidráulica de la Universidad de Cartagena, manifiestan que esos son fenómenos “impredecibles”, lo cual quiere decir que el diseño no contempló un estudio estadístico del comportamiento histórico del borde costero de la ciudad. Los que sufrimos las consecuencias de los mares de leva en El Cabrero antes de construida la avenida Santander conocemos, por experiencia propia, la periodicidad de esos fenómenos. Lo que ha ocurrido no es nada comparado con lo que sucedería si vienen coletazos de huracanes como el Johan, Otto y otros.

La ineficacia de los espolones perpendiculares a la corriente, sin estructuras que disipen la energía de la ola y atrapen sedimentos, quedó evidenciada en la protección que se hizo en el túnel de Crespo, donde se cumplió con el objetivo de proteger la obra, en sí, pero nunca se generaron playas.

Durante los eventos antes mencionados se evidenciaron falencias en los espolones de El Cabrero que deben ser repotenciados en lugar de eliminarlos y cometer el mismo error de las playas de Bocagrande. Estos fueron construidos hace 50 años, han protegido la avenida Santander y no hubo necesidad de dragar un solo metro cúbico de arena.

Señor alcalde, doctor Dumek Turbay, este es un tema delicado que merece toda su atención y las buenas intenciones, para con la ciudad, que ha mostrado desde el inicio de su mandato. Antes de seguir invirtiendo dinero en esta obra, los diseños deben ser sometidos una revisión de fondo.

*Ingeniero Civil y Sanitario.

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Crece la incertidumbre por la Protección Costera

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10.01.2024

En los últimos días de 2023 y los primeros de este 2024 había estado, como se dice en el argot popular, viendo lo toros desde la barrera, analizando y recopilando información sobre los últimos acontecimientos relacionados con este importante proyecto y que nos tiene bastante preocupados debido a tanta improvisación consecuencia de unos diseños hechos sin la correspondiente interventoría, como ya lo hemos dicho en varias oportunidades.

Las condiciones que se presentaron en los últimos eventos, altas mareas y oleaje por mar de leva, nos dejan más que preocupados por el enfoque que le dan tanto el contratista como el diseñador, quienes, sin un sustento técnico, dan declaraciones que........

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