Aun cuando voces reconocidas y muy autorizadas en temas universitarios han divulgado su opinión sobre el estado de agitación en que se encuentra la Universidad Nacional de Colombia, coloquialmente llamada también la ‘Nacho’ (con sede principal en Bogotá), escribo esta columna con el propósito de llamar la atención de los miles de habitantes de esos campus (directivos, profesores, estudiantes, funcionarios, empleados) sobre cuánto urge acordarse en torno a la tolerancia para manejar y respetar su autonomía, que a fin de cuentas es, la normatividad, la permanencia, prosperidad y eficacia de sus resultados académicos, que es lo más importante.

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Según se sabe, centros universitarios como la ‘Nacho’ son independientes, autónomos, regidos por normas emanadas de su propia organización interna, democráticos, etc. Pero también están obligados a cumplir las disposiciones constitucionales y legales vigentes para todos en un Estado social de derecho como el nuestro. Por tal razón, en esta oportunidad parecería inaplazable, en prevención de males mayores que después no tengan remedio, reunirse, hablar, argumentar posiciones (ojalá sin “líneas rojas”), reclamar, admitir faltas, en fin, acomodarse íntegramente a la normativa aplicable al hecho en disputa.

Si el rector elegido, doctor Ismael Peña, considera que fue con perfecto arreglo a la legalidad como el CSU lo destinó a tan alto cargo (ejercitable desde el venidero 2 de mayo) y que ese nombramiento tiene el “beneplácito” de un alto porcentaje de la comunidad universitaria, ¿tal vez quisiera admitir que antes de su posesión otro aspirante, el doctor Leopoldo Múnera, con la alegada “mayoría” de esa misma comunidad (ante todo estudiantes) expliquen con claridad el fundamento de su pretensión y se genere así una solución definitiva de la controversia?

La barbarie estos días desatada en la ‘Nacho’ –con destrozos, indignante trato a un abnegado vigilante, encapuchados en las residencias Uriel Gutiérrez, intimidaciones, intromisión política, amenazas, pedreas, incendios, en fin “una crisis nunca vista en los 157 años de historia de la Universidad” según algunos sectores de la comunidad universitaria– es sonora voz de alarma más que suficiente para esperar que allí vuelva a reinar la calma y que los hechos generadores de tanto desastre, o sea la elección del rector y otros aspectos, tienen que superarse y recobrar la paz en esos campus, algo así como el alma de la Nación.

QOSHE - La rectoría de la ‘Nacho - Víctor Manuel Ruiz
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La rectoría de la ‘Nacho

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16.04.2024
Aun cuando voces reconocidas y muy autorizadas en temas universitarios han divulgado su opinión sobre el estado de agitación en que se encuentra la Universidad Nacional de Colombia, coloquialmente llamada también la ‘Nacho’ (con sede principal en Bogotá), escribo esta columna con el propósito de llamar la atención de los miles de habitantes de esos campus (directivos, profesores, estudiantes, funcionarios, empleados) sobre cuánto urge acordarse en torno a la tolerancia para manejar y respetar su autonomía, que a fin de cuentas es, la normatividad, la permanencia, prosperidad y eficacia de sus resultados académicos, que es lo más........

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