Pasó lo que tenía que pasar: se esfumó la oportunidad de albergar los Juegos Panamericanos 2027. Salen perjudicados Barranquilla y el país, pues los Juegos traían beneficios no solo para la ciudad, sino para Colombia entera, en materia de imagen e impulso al deporte. El sainete de incumplimientos estelarizado por dos ministras del Deporte, María Isabel Urrutia y Astrid Rodríguez, rindió los previsibles frutos de la pérdida de la sede y el consiguiente oso internacional, aunque el Presidente también contribuyó al desenlace con su desinterés. “No tenemos seriedad”, trinó, ofendido, el representante petrista por el Atlántico Agmeth Escaf. No, no tenemos.

Pero el Mindeporte no es la única cartera donde escasea la cualidad que echa de menos el congresista. Desde Hacienda se anuncia una nueva reforma tributaria después de que el ministro Bonilla afirmara hace menos de seis meses: “No habrá nueva reforma tributaria”. Y, al momento de escribir esta columna, se revela que se embolató la aprobación del presupuesto de 2024 por un error en el Decreto de Liquidación Presupuestal que, según expertos, es la primera vez que sucede. Como dicen los ‘gamers’: nuevo nivel desbloqueado.

Por el lado de la vivienda, la ministra del ramo debe responder por el estrepitoso desplome en las ventas de casas nuevas, en particular de viviendas de interés social, segmento que cayó un 49,7 % por cambios realizados al programa Mi Casa Ya, según Camacol.

En el sector de la salud nos hemos acostumbrado a las destempladas declaraciones del ministro Jaramillo, quien un día dice que los colombianos fuimos conejillos de Indias de las farmacéuticas durante la pandemia, otro día acusa al Partido Verde de violar el código tácito –‘quid pro quo’– de la mermelada y otro día sale a exigir cambios en el estatuto tributario que su colega de Hacienda describe como divagaciones. Mientras tanto, avanza inexorable la desfinanciación del sistema de salud de los colombianos, que cumplirá el anhelo de la exministra Corcho de producir una “crisis explícita” en el sector.

La defensa del territorio, presumiblemente a cargo de la entidad llamada Ministerio de Defensa, es una tarea abandonada. Según la Defensoría del Pueblo, en 2023 las Autodefensas Gaitanistas pasaron de hacer presencia en 253 municipios a 392, el Eln pasó de 189 a 231 y las disidencias de las Farc, de 230 a 299.

No podía escapar de este sombrío balance el canciller Leyva, quien, no contento con haber pronunciado una frase para la historia universal de la incuria, “¡A mí qué me importa que condenen al Estado!”, firma decretos y comunicados pese a estar suspendido por la Procuraduría por el lío de la licitación de los pasaportes. Explican expertos en hilar fino que lo que pasa es que el primer mandatario debe ejecutar la suspensión y no lo ha hecho, con lo cual estaríamos ante un descarado desacato presidencial. Explican otros expertos que esto tendría graves consecuencias para el Gobierno. Permítanme dudarlo: esta es Colombia, Pablo.

Que no se nos pase mencionar al Ministerio de Minas, que produce un decreto que pone en riesgo la minería, y al Ministerio de la Igualdad, que no produce nada.

El primero de febrero corrió la versión de que el Presidente le había solicitado la renuncia al gabinete ‘in toto’. Una crisis puntual como un planeta: exactamente doce meses después de que el primero de febrero del año pasado se filtrara la carta de Alejandro Gaviria sobre la reforma de la salud que desencadenó la implosión del primer equipo ministerial del Gobierno. Luego se dijo que no era cierto que se hubieran exigido renuncias. Lástima. El gabinete está en llamas y la lluvia que ayudó a apagar los incendios de los cerros bogotanos no alcanzó para aplacar esta conflagración.

THIERRY WAYS
En X: @tways
tde@thierryw.net

(Lea todas las columnas de Thierry Ways en EL TIEMPO, aquí)

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El gabinete en llamas

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04.02.2024

Pasó lo que tenía que pasar: se esfumó la oportunidad de albergar los Juegos Panamericanos 2027. Salen perjudicados Barranquilla y el país, pues los Juegos traían beneficios no solo para la ciudad, sino para Colombia entera, en materia de imagen e impulso al deporte. El sainete de incumplimientos estelarizado por dos ministras del Deporte, María Isabel Urrutia y Astrid Rodríguez, rindió los previsibles frutos de la pérdida de la sede y el consiguiente oso internacional, aunque el Presidente también contribuyó al desenlace con su desinterés. “No tenemos seriedad”, trinó, ofendido, el representante petrista por el Atlántico Agmeth Escaf. No, no tenemos.

Pero el Mindeporte no es la única cartera donde escasea la cualidad que echa de menos el congresista. Desde Hacienda se anuncia una nueva reforma tributaria después de que el ministro Bonilla afirmara hace menos de seis meses: “No habrá nueva reforma tributaria”. Y, al momento de escribir esta columna, se........

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