Antes de responder a la pregunta que esta columna lleva como título, les propongo que nos ocupemos primero del siguiente interrogante, cuya relación con el tema central, si las y los lectores son pacientes, será muy pronto apreciable: ¿qué significa ser un héroe? Al menos para Hegel, los héroes son quienes impulsan la transición de una época a otra mejor. Quizás el caso que el propio filósofo alemán habría citado como ejemplo se refiera a quienes lideraron el tránsito de las monarquías a las repúblicas.

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Mejor dicho, el heroísmo hegeliano es propio de aquellos y aquellas que encabezan el progreso de las sociedades. Y una sociedad progresa en la medida en la que ofrece a más personas la libertad de trazar su propio camino, mientras esto, claro está, no sea a costa del camino ajeno. En esencia, hay progreso cuando más grupos sociales conquistan la libertad de construir su propio sentido de vida sin que este sea impuesto por otra clase, otra raza, otro género, otra orientación sexual y demás.

¿Y no se ha convertido precisamente en la más compulsiva obsesión de las nuevas derechas el atravesársele al progreso que las llamadas minorías sociales han conseguido en las últimas décadas? ¿Acaso no se trata de una derecha, vista a la luz de Hegel, dedicada al antiheroísmo con la vocación de un fisiculturista? Y antes de que frunzan el ceño o rasguen sus vestiduras: no, no estoy diciendo que la labor de la izquierda ‒igualmente plagada de tiranos e incompetentes‒ sea en la práctica equiparable al heroísmo. Se trata solo de resaltar la guerra abierta que las nuevas derechas la han declarado al progreso, como lo señaló recientemente el semanario británico The Economist. Bien podríamos citar al gran farandulero de la godarria norteamericana, William F. Buckley, Jr., quien dijo que “un conservador es alguien que se para frente a la historia y le grita: detente”.

Y mientras progresar significa alcanzar un grado cada vez mayor de autodeterminación para cada vez más personas, las nuevas derechas parecen cada vez más empeñadas en imponer ‒como las monjas de antaño: a reglazos‒ su propia versión sobre el deber ser del mundo. Y esto lo suelen justificar alegando que la que defienden es una forma de vida ‒con, por ejemplo respecto a roles de género, identidades sexuales y demás‒ que ha imperado por siglos. Pero si en esto la tradición fuera un argumento suficiente, bien podríamos legitimar la esclavitud.

¿O acaso cómo se explica la agonía visceral que padecen estas derechas cada vez que los Estados formulan políticas públicas que buscan remediar la opresión de la que han sido objeto tantos grupos sociales? Me refiero, por ejemplo, a la balacera que las derechas latinoamericanas han disparado contra la ideología de género y las norteamericanas contra la teoría crítica de la raza. ¿No es esta aún otra estrategia ‒por parte de quienes ahora dizque alegan defender la libertad‒ para ponerle freno de mano a la autodeterminación de grupos sociales históricamente oprimidos? ¿O qué otra explicación hay para la pugna de animadores como Javier Milei contra el lenguaje inclusivo? ¿O es que la libertad que defiende, carajo, es tan solo la libertad de un género para supeditar a otro?

Como si fuera poco, las nuevas derechas también arremeten por doquier contra el acceso de las personas al conocimiento. En un estado que por poco es latinoamericano, su gobernador, Ron DeSantis, una versión menos carismática pero mejor peinada de Trump, lleva años prohibiendo libros que hablan de sexualidad y acaba de tomar una decisión propia de juntas militares bananeras de los cincuenta: prohibir la sociología en las universidades públicas. Y si algo saben bien estas nuevas derechas es que mientras más acceso las sociedades tienen al conocimiento, más giran hacia el progresismo.

QOSHE - ¿Qué significa hoy por hoy ser de derecha? - Santiago Vargas Acebedo
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¿Qué significa hoy por hoy ser de derecha?

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12.03.2024
Antes de responder a la pregunta que esta columna lleva como título, les propongo que nos ocupemos primero del siguiente interrogante, cuya relación con el tema central, si las y los lectores son pacientes, será muy pronto apreciable: ¿qué significa ser un héroe? Al menos para Hegel, los héroes son quienes impulsan la transición de una época a otra mejor. Quizás el caso que el propio filósofo alemán habría citado como ejemplo se refiera a quienes lideraron el tránsito de las monarquías a las repúblicas.

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Mejor dicho, el heroísmo hegeliano es propio de aquellos y aquellas que encabezan el progreso de las sociedades. Y una sociedad progresa en la medida en la que ofrece a más personas la libertad de trazar su propio camino, mientras esto, claro está, no sea a costa del camino ajeno. En esencia, hay progreso cuando más grupos sociales conquistan la........

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