Una novela de reciente publicación, que lleva el título de esta columna, escrita por Ruby Becerra, una abogada nacida en Madrid (Cundinamarca), motiva este análisis sobre su argumento y, desde luego, sobre sus personajes, hombres y mujeres que viven una vida intensa, entregándose algunos a las drogas, otros al disfrute desenfrenado del sexo y, los más aplomados, a formarse para construir un futuro. La autora, que publicó en 2018 Júzgame, una novela que ganó en ese año la convocatoria Autores en busca de editor, hecha por la editorial española Sial Pigmalión, es una mujer joven, experta en Cooperación Internacional y Magíster en Derecho Internacional de la Universidad de Hamburgo, que desde temprana edad empezó a sentir el llamado de la palabra para hacerse escritora.

Nueve personajes, entre hombres y mujeres, todos jóvenes, hablan en primera persona a lo largo de las 377 páginas que tiene En el principio, Dios creó a Eva, Sin embargo, hay en la novela un décimo personaje, una mujer inteligente que, aunque no habla directamente en el libro, es el hilo conductor del relato toda vez que los nueve personajes tiene algo que ver con ella, directa o indirectamente. Ese personaje se llama Eva. Alrededor de su vida, de su labor como actriz de teatro, de sus preocupaciones existenciales y de su actividad sexual gira la vida de los demás. Hace presencia en el engranaje narrativo en virtud a que todos tienen que ver con ella. Eva es una figura recurrente en la novela porque los cinco hombres, Ulises, Andrés, Chucho, Arturo y Cristian, se convierten en sus amantes.

Uno llega a la lectura de esta novela publicada por Pijao Editores convencido de que se va a encontrar con un relato de larga aliento sobre la mujer que Dios creó de una costilla que le quitó a Adán. Piensa, incluso, antes de internarse en sus páginas, que va a disfrutar un libro donde se explica ese sueño profundo en que el creador sumió al primer hombre que habitó la tierra para darle una compañera. Pero no es así. En la novela la única referencia a este hecho está en la página 269. Allí, uno de los personajes, Chucho, en un monologo bien logrado, dice: “Dios creó a Eva sin saber que sería ella la que lo desobedecería”. La señala de ser “la portadora de la tentación”. Habla aquí de la mujer fruto de la ficción que con sus encantos lo seduce, atravesándose en su relación con Abigail.

El argumento de En el principio, Dios creó a Eva, gira en torno a Eva, una mujer que para sus amigos es “gloria, júbilo, gozo, dicha, satisfacción, deseo”. Arturo, el hombre que tiene planes de matrimonio con Aurora, a quien la misma Eva le desbarata su idea de casarse, la ve como una mujer diferente a las demás, que piensa distinto, auténtica, no atada a convencionalismos, libre para escoger con quien hacer el amor, tolerante con los vicios de sus amantes, convencida de su poder sobre los hombres. Aurora, que es una muchacha de buena familia, sufre una decepción inmensa cuando se entera de que Arturo se ha enamorado de ella. Viajó a Australia para buscarlo porque quiere vivir con él, pero se encuentra con una verdad amarga: su prometido es bisexual y, además, ejerce la prostitución.

Ruby Becerra demuestra en esta novela que tiene talento narrativo y, sobre todo, una extraordinaria capacidad para interiorizar a los personajes.

En el principio, Dios creó a Eva, es un libro donde las mujeres hablan de sus pasiones, de su vida, de sus sueños. Aurora, Carolina, Jazmín, Abigail y la misma Eva que, como ya dije, no habla en esos monólogos llenos de vivencias personales y, sobre todo, sinceros, abren el alma para contar sus alegrías y sus sufrimientos. Las que más presencia tienen en la obra, Aurora y Carolina, enseñan en una evocación amena de sus existencias, plena de referencias a sus maneras de concebir la vida, a sus gustos personales y a sus sentimientos, su percepción del mundo. Carolina, por ejemplo, dice que no puede ocultar lo que es: una amante de la literatura que vive un drama interior: el hombre que ama, Ulises, un drogadicto, le contagió una enfermedad venérea llamada ladilla.

Ruby Becerra demuestra en esta novela que tiene talento narrativo y, sobre todo, una extraordinaria capacidad para interiorizar a los personajes. Esos monólogos interiores donde afloran caracteres diversos, sentimientos encontrados, cualidades y defectos, dudas y caprichos le enseñan al lector cómo en los núcleos familiares se producen personalidades diversas. Es el caso de Aurora, una niña que piensa que la realización de una mujer está en el matrimonio, en tener hijos, en ser una buena madre. Ella le entrega sus ahorros a Arturo para que viaje desde Australia a Colombia para asistir a las honras fúnebres de la mamá, con la seguridad de que se van a casar, aunque a sus padres no estén de acuerdo. Pero cuando llega, no se deja ver de ella. Él se encierra, a disfrutar el sexo, en el apartamento de Eva.

En esta novela plena de erotismo los hombres están sujetos a los caprichos de Eva, a complacerla en la cama, a dejarse manejar. Se prestan para que ella satisfaga sus deseos sexuales. ¿Qué reciben a cambio? Complicidad para engañar a sus novias. Eva es una mujer adicta al sexo, que se excita con el agua, insaciable, hermosa. Se puede comparar, en su ninfomanía, con Paula, la bogotana de padres ricos que estudia en Paris, de El síndrome de Ulises, de Santiago Gamboa. Eva es solidaria con sus amantes. Ulises, que quiere ser escritor, encuentra en ella una amiga que le abre su apartamento en Chapinero para que supere las crisis que le producen los estupefacientes. A este personaje, que habla con un lenguaje escatológico, “la vida le quedó grande”.

Las mujeres que toman vida en esta novela sufren dificultades. Aurora, cuando viajó a Sídney en busca de Arturo, para sobrevivir tuvo que trabajar en un restaurante como aseadora y, al mismo tiempo, permitir que un árabe abusara de ella porque le facilita una pieza para pasar las noches. Carolina, después de haber estado en Londres, viaja al Amazonas para buscar que un indio le cure la enfermedad. Allí Ulises la desprecia. Y a Abigail, Chucho le da un golpe en la cabeza con un molinillo. Finalmente, debo decir que al libro le faltó un corrector que lo revisara antes de publicarlo. Tiene errores en gramática y sintaxis, como poner comas donde debe ir punto seguido, no usar la preposición A cuando se requiere y no ponerles tilde a algunas palabras; no obstante, su fresco estilo literario me condujo hasta la última página.

JOSÉ MIGUEL ALZATE

QOSHE - 'En el principio, Dios creó a Eva' - José Miguel Alzate
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

'En el principio, Dios creó a Eva'

7 1
13.01.2024

Una novela de reciente publicación, que lleva el título de esta columna, escrita por Ruby Becerra, una abogada nacida en Madrid (Cundinamarca), motiva este análisis sobre su argumento y, desde luego, sobre sus personajes, hombres y mujeres que viven una vida intensa, entregándose algunos a las drogas, otros al disfrute desenfrenado del sexo y, los más aplomados, a formarse para construir un futuro. La autora, que publicó en 2018 Júzgame, una novela que ganó en ese año la convocatoria Autores en busca de editor, hecha por la editorial española Sial Pigmalión, es una mujer joven, experta en Cooperación Internacional y Magíster en Derecho Internacional de la Universidad de Hamburgo, que desde temprana edad empezó a sentir el llamado de la palabra para hacerse escritora.

Nueve personajes, entre hombres y mujeres, todos jóvenes, hablan en primera persona a lo largo de las 377 páginas que tiene En el principio, Dios creó a Eva, Sin embargo, hay en la novela un décimo personaje, una mujer inteligente que, aunque no habla directamente en el libro, es el hilo conductor del relato toda vez que los nueve personajes tiene algo que ver con ella, directa o indirectamente. Ese personaje se llama Eva. Alrededor de su vida, de su labor como actriz de teatro, de sus preocupaciones existenciales y de su actividad sexual gira la vida de los demás. Hace presencia en el engranaje narrativo en virtud a que todos tienen que ver con ella. Eva es una figura recurrente en la novela porque los cinco hombres, Ulises, Andrés, Chucho, Arturo y Cristian, se convierten en sus amantes.

Uno llega a la lectura de esta novela publicada........

© El Tiempo


Get it on Google Play