Hace menos de treinta años descubrir música nueva era toda una aventura. En los noventa dependíamos de programas de radio como el de Manolo Bellon de Caracol Estéreo, de explorar tiendas de discos en busca de sonidos frescos, o de las recomendaciones de amigos, cada uno con sus propios gustos musicales. Hoy en día no tenemos que hacer ningún esfuerzo para que la música que nos gusta llegue a nosotros: Spotify o similares nos sugieren qué género musical y qué canción oír en cada momento del día. Y así con todo: Netflix nos recomienda qué películas ver; X, qué noticias leer, e Instagram, qué destinos visitar. Tener acceso instantáneo a tanta información es conveniente, claro, pero esa segmentación nos aleja de nuevos descubrimientos que podrían enriquecernos.

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Nuestros gustos están siendo gobernados por patrones digitales que anticipan nuestras preferencias. Ya sea música, moda, literatura, cine, viajes, o noticias, los algoritmos nos moldean, basados en la interacción y búsquedas que hacemos. El resultado es una especie de burbuja informativa que refuerza nuestras creencias existentes.

Kyle Chayka, escritor de The New Yorker y autor de Filterworld, se pregunta si es posible ser libres para elegir en internet. Su libro aborda el modo en que nuestros gustos, comportamientos y emociones están siendo condicionados por los sistemas de algoritmos. El autor se centra en el impacto que estos tienen en nuestro consumo y cómo contribuyen a una homogeneización cultural. Esa tendencia se traduce también al diseño y la arquitectura. Según Chayka, la estética de todos los cafés que visita cuando viaja es la misma, bien sea en México, Berlín, o Kioto, esto porque la gente busca experiencias y lugares similares y sus preferencias quedan registradas.

Chayka concluye que no es fácil escaparse de esa influencia, la tecnología lo permea todo. Sin embargo, ser conscientes de ese nivel de manipulación es un paso muy importante para mantener nuestra autonomía y poder tomar decisiones informadas.

¿Dónde quedan nuestra independencia, nuestra curiosidad y capacidad para conmovernos con descubrimientos inesperados? ¿Dónde queda la posibilidad de pensar distinto, si estamos tan condicionados? La única forma de contrarrestar la manipulación algorítmica es buscar activamente diversidad de opiniones y fuentes de información. Solo así lograremos resistir a la influencia unilateral de los algoritmos y podremos cultivar una visión del mundo mucho más equilibrada.

X: @Diana_pardo

QOSHE - Manipulados - Diana Pardo
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Manipulados

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18.04.2024
Hace menos de treinta años descubrir música nueva era toda una aventura. En los noventa dependíamos de programas de radio como el de Manolo Bellon de Caracol Estéreo, de explorar tiendas de discos en busca de sonidos frescos, o de las recomendaciones de amigos, cada uno con sus propios gustos musicales. Hoy en día no tenemos que hacer ningún esfuerzo para que la música que nos gusta llegue a nosotros: Spotify o similares nos sugieren qué género musical y qué canción oír en cada momento del día. Y así con todo: Netflix nos recomienda qué películas ver; X, qué noticias leer, e Instagram, qué destinos visitar. Tener acceso........

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