En la anterior columna dejamos esbozados algunos interrogantes que nos llenan de curiosidad sobre la famosa obra de Da Vinci: la Mona Lisa o La Gioconda. Son dos retratos de la misma mujer, en épocas diferentes. ¿Qué hizo que Leonardo la pintara dos veces? ¿Cómo se produjo esa relación que, se ve, tiene con América?

(También le puede interesar: ‘La primera Mona Lisa’: ¿un Da Vinci original o una copia?)

La profesora e investigadora Dolores García Ruiz nos comparte esta segunda entrega de lo que ha sido el profundo recorrer, para encontrar respuestas a la incertidumbre que se nos plantea.

–Díganos, Dolores, ¿quién era la modelo de la Primera Mona Lisa y La Gioconda?

–La mujer que posó para ambos retratos, óigase bien, fue monna Lisa Gherardini, esposa del mercader de seda Francesco Giocondo. Su identidad quedó demostrada en el 2005, gracias a una nota manuscrita fechada en 1503 por Agostino Vespucci, quien servía en ese entonces a Leonardo como traductor de latín, dejando constancia de haber visto en el taller de Leonardo un retrato de la esposa de Giocondo, en donde está pintada, solo la cabeza.

–¿Cuál de los dos retratos es el que ve Vespucci?

–Mi investigación demuestra que el retrato inacabado que ve Vespucci en 1503 no es La Gioconda del Louvre, como se pensaba, sino un retrato anterior, ya que expresa en la nota su temor a que Leonardo haga con las pinturas del Gran Consejo lo mismo, es decir, que no las acabe.

–¿Y por qué lo teme?

–Porque observa que el rostro corresponde al de Lisa, ¡ocho años atrás! Vespucci lo que ve es el estado que presentaba la Primera Mona Lisa en 1503.

–¿Por qué Leonardo pintó a Mona Lisa en dos épocas diferentes?

–La Primera Mona Lisa fue encargada con motivo del matrimonio entre Francesco Giocondo y Lisa Gherardini, en 1495, como era una costumbre de la época. Leonardo, quien se encontraba afincado en Milán, regresó aquel año a Florencia, para una breve estancia, y aceptó el encargo del influyente Giocondo de pintar un retrato de su esposa. Leonardo comienza la Primera Mona Lisa, pero el duque de Milán le ordena regresar antes de lo previsto y esto hace que no la pueda acabar. Transcurridos ocho años, Leonardo vuelve a Florencia, esto es en el año 1503, e interesado por la gran influencia de Giocondo para conseguir el encargo de las pinturas del Gran Consejo, acepta continuar la Primera Mona Lisa. Es ahí cuando Vespucci entra al taller, ve el retrato y más tarde, en 1504, el pintor Rafael Sanzio la ve y la imita. Pero las técnicas pictóricas de Leonardo habían evolucionado hacia conseguir una expresión con sensación de relieve. Así que dejó de avanzar en la Primera Mona Lisa y comenzó un nuevo retrato, para allí aplicarlas. Es en este momento, y en Florencia, cuando comienza a pintar La Gioconda del Louvre, antes de partir en el año 1506. La fue pintando a lo largo de su periplo por Florencia, Milán, Roma y Cloux (Francia), donde falleció en 1519.

–Entonces, Dolores, ¿qué ocurrió con cada retrato?

–Leonardo llevó consigo La Gioconda y, al final de su vida, la vende a su protector, el rey de Francia, Francisco I. En cuanto a primera versión del retrato de la juvenil Lisa, documentos de inventario acreditan que quedó en poder de la familia Giocondo por muchos años, pero se le pierde la pista, hasta que Hugh Blaker la descubre en la mansión de los Somerset.

–¿Qué cree que supuso para Leonardo cada retrato?

–Que en La Gioconda predomina el Leonardo científico y filosófico. Mientras que en la Primera Mona Lisa predomina su profundidad psicológica y espiritual y nos transmite la deliciosa vibración de esta joven inteligente y serena, y la ternura que le inspiró.
–¿Qué le sorprendió más sobre la Primera Mona Lisa?

–Su estrecha relación con América. Sin el Nuevo Mundo y sus gentes, no hubiera sido como es.

–Dolores, espero que nos contará en breve cómo fue esto.

–Por supuesto, Claudia. Un placer compartirlo con ustedes.

CLAUDIA HAKIM
* Directora del Museo de Arte Moderno de Bogotá

(Lea todas las columnas de Claudia Hakim en EL TIEMPO, aquí)

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La mujer que posó dos veces para Da Vinci

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19.01.2024

En la anterior columna dejamos esbozados algunos interrogantes que nos llenan de curiosidad sobre la famosa obra de Da Vinci: la Mona Lisa o La Gioconda. Son dos retratos de la misma mujer, en épocas diferentes. ¿Qué hizo que Leonardo la pintara dos veces? ¿Cómo se produjo esa relación que, se ve, tiene con América?

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La profesora e investigadora Dolores García Ruiz nos comparte esta segunda entrega de lo que ha sido el profundo recorrer, para encontrar respuestas a la incertidumbre que se nos plantea.

–Díganos, Dolores, ¿quién era la modelo de la Primera Mona Lisa y La Gioconda?

–La mujer que posó para ambos retratos, óigase bien, fue monna Lisa Gherardini, esposa del mercader de seda Francesco Giocondo. Su identidad quedó demostrada en el 2005, gracias a una nota manuscrita fechada en 1503 por Agostino Vespucci, quien servía en ese entonces a Leonardo como traductor de latín, dejando constancia de haber........

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