Dietrich Bonhoeffer fue un intelectual alemán que se opuso al nazismo y por eso fue encarcelado. En la cárcel meditó mucho tratando de explicarse cómo era posible que sus compatriotas alemanes estuvieran apoyando tan fervorosamente a Hitler y sus políticas irracionales y criminales, siendo el pueblo alemán uno de los más cultos y avanzados de Europa y el mundo, en lo científico, lo tecnológico, lo cultural, etc. Llegó a una conclusión: el pueblo alemán fue víctima de la estupidez colectiva. Y entonces Bonhoeffer escribió un ensayo sobre la estupidez que hoy vale la pena recordar.

Y vale la pena recordarlo porque Colombia también está siendo víctima de ese mal. Porque cómo explicarse si no que mayoritariamente los colombianos hayan elegido un gobierno que les prometió destrozar su buen sistema de salud y reemplazarlo por el reconocidamente catastrófico sistema cubano, que Petro ha puesto como modelo de lo que debe ser la salud pública. Colombia no tiene el mejor modelo de salud del mundo, pero estamos entre los diez mejores, según la literatura internacional. Junto con nuestra Constitución, es nuestra construcción colectiva de la que más orgullosos nos sentimos, y más del 80 % de los colombianos nos expresamos muy satisfechos con sus servicios.

Y sin embargo la mayoría de los colombianos votó por destruirlo, y en su momento esa propuesta de Petro, que nunca la ocultó, fue apoyada por intelectuales, sectores médicos y dirigentes de los más importantes partidos políticos del país, sin cuyo apoyo Petro no hubiera ganado las elecciones. Súmele a eso propuestas como dejar de producir petróleo y gas –y reemplazarlos por aguacates–, además de otras linduras por el estilo. Hoy muchos de quienes lo apoyaron están arrepentidos, pero el mal está hecho y tendremos que lidiar con sus nefastas consecuencias.

Según Bonhoeffer, la estupidez no tiene una causa psicológica sino sociológica, es decir, es contagiosa: la estupidez de uno necesita de la estupidez de otro. Es como un hechizo conformado por consignas que se apodera de la gente. Por eso hay gente muy inteligente que en un momento dado se comporta de manera estúpida, porque es una recaída de su personalidad que no tiene nada que ver con sus capacidades mentales, que pueden ser muchas.

Cuando las personas están atravesando un período de estupidez, nunca creerán en los argumentos en contra de su estupidez, simplemente los ignorarán. Son absolutamente impermeables a las advertencias sobre las consecuencias catastróficas que su estupidez puede ocasionarle a él y a los demás. El estúpido siempre se siente orgulloso de sí mismo y de su estupidez. Más aún, muchas veces es peligroso tratar de persuadir a un estúpido con razones, porque se sentirá agredido, se irritará con facilidad e incluso intentará atacar. Hay momentos en la vida de las sociedades en que contra la estupidez no hay ninguna defensa. De ahí nacen las dictaduras, pero también el declive de los países. Cuba con el castrismo y Argentina con el peronismo son ejemplos.

Con posterioridad a Bonhoeffer, el historiador y economista italiano Carlo Cipolla, siguiendo la misma lógica del alemán, condensó en cinco leyes su teoría de la estupidez. 1) Siempre se subestima el número de estúpidos en circulación. 2) La probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de su educación, su riqueza, su inteligencia etc., o sea, se distribuye por igual en todos los segmentos de la población. 3) El estúpido ocasiona daño a otras personas y a sí mismo, sin lograr ningún beneficio. 4) Son impredecibles. Los NO estúpidos siempre subestiman el poder dañino de los estúpidos. 5. Los estúpidos son más peligrosos que los bandidos y los malvados. No hay nada más peligroso que un estúpido con poder.

Según Bonhoeffer, solo cuando cae o entra en crisis el gobierno o el régimen social que produce la estupidez colectiva, la gente se puede liberar de ella y del dolor que les empieza a generar la contradicción entre sus pensamientos y sus actos. En Colombia, por fortuna, mucha gente ha empezado a abrir los ojos y con dolor y arrepentimiento, callado o no, comienza a entrar en razón y a dejar de apoyar a un gobierno elegido en un momento de estupidez colectiva.

QOSHE - Estupidez colectiva - Alfredo Rangel
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Estupidez colectiva

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12.04.2024
Dietrich Bonhoeffer fue un intelectual alemán que se opuso al nazismo y por eso fue encarcelado. En la cárcel meditó mucho tratando de explicarse cómo era posible que sus compatriotas alemanes estuvieran apoyando tan fervorosamente a Hitler y sus políticas irracionales y criminales, siendo el pueblo alemán uno de los más cultos y avanzados de Europa y el mundo, en lo científico, lo tecnológico, lo cultural, etc. Llegó a una conclusión: el pueblo alemán fue víctima de la estupidez colectiva. Y entonces Bonhoeffer escribió un ensayo sobre la estupidez que hoy vale la pena recordar.

Y vale la pena recordarlo porque Colombia también está siendo víctima de ese mal. Porque cómo explicarse si no que mayoritariamente los colombianos hayan elegido un gobierno que les prometió destrozar su buen sistema de salud y reemplazarlo por el reconocidamente catastrófico sistema cubano, que Petro ha puesto como modelo de lo que debe ser la salud pública. Colombia no tiene el mejor modelo de salud del mundo, pero estamos entre los diez mejores, según........

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