Eduardo Claure

Mucha parafernalia se hizo el 2006 para la organización del ejecutivo que ofreció un nuevo paradigma de desarrollo para Bolivia. Centenas de técnicos, directores de área y ejecutivos de diversas redes de ONGs (UNITAS, AIPE y otras), se adhirieron a la estructura gubernativa del MAS-IPSP, y otras varias, colaborando con técnicos en programas específicos de planificación, desarrollo rural y tierras, descentralización, interculturalidad, justicia comunitaria, educación y otros temas, construyendo finalmente, junto a los componentes políticos partidarios de la cúpula del amasijo masista -con fuerte presencia del PCB, y menor de emebelistas y miristas- un plan de desarrollo mal digerido y peor aplicado según las reglas de una estricta planificación, aun cuando se dijo que su diseño tenía sujeción técnica a la norma nacional, sin embargo, este plan de largo plazo, “era liberador y transformador”. Quedó encargado de esa tarea el Lic. Carlos Villegas, salido del CEDLA, junto a otros de Fundación Tierra, del ex DDPC, PDCR I, II, III y otros “colaboradores” asimilados al poder de turno. La nueva estructura del poder ejecutivo (político) quedó encargado de la titánica tarea que se inició con traspiés con el caso del ministro de agricultura y tierras, Hugo Salvatierra que se vio envuelto en el primer hecho de corrupción con el caso de los 99 tractores “importados” y que nunca llegaron a manos campesinas. Arrancaron mal desde un principio, siempre con mala leche.
Veamos en este contexto algunos detalles de los logros de esta prodigiosa gestión de economía azul blindada, durante 18 años: La moneda nacional se devaluó en más del 16%. El porcentaje de la devaluación aumentó cuando el dólar cotizó entre 9 y 10 bolivianos, estabilizado entre 8 a 8,5 bolivianos; El boliviano perdió terreno, pues los productos de la canasta familiar incrementaron sus precios entre 15% y 20%; Los ingresos por la venta de gas alcanzaban los 6.000 millones de dólares, estas bajaron a 3.000 millones; la renta petrolera bordeaba los 5.400 millones, pero cayó a 2.000 millones. Desde el 2014 a la fecha la producción de gas tuvo una tendencia a la baja, de alcanzar un pico de 60 millones de metros cúbicos día (MMmcd) en 2014 llegó el año 2023 a 35 MMmcd, y en 2024 se estima que llegue sólo a 31,5 MMmcd; Las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Banco Central de Bolivia (BCB), cayeron de 17.000 millones de dólares a 1.700 millones en 2023; Bolivia registra déficit comercial desde el 2014 pero también fiscal, pues el gobierno gasta más de lo que recauda; La deuda pública externa que bordea el 30% en comparación con el Producto Interno Bruto (PIB), y sumada a la interna la deuda total sumaría 80%,en este marco los subsidios a los combustibles, alimentos, y servicios pasan los 2.000 millones de dólares; La tasa de riesgo país sigue elevada, por lo que no se puede afirmar fundamentos económicos sólidos, más todo lo contrario están débiles y con enormes problemas de agotamiento; Bolivia, ocupa el puesto N°20, de 28 países de la región, con un crecimiento proyectado del 1,4%, el cual está por debajo del crecimiento de América Latina y el Caribe (ALC) y del promedio regional que es de 3,72%, según el último informe del BM; El comercio boliviano en las exportaciones del país ha caído un 29% mientras que las importaciones apenas un 10%, cuya consecuencia es el déficit comercial registrado en enero del presente año por $us 171 millones. En términos absolutos, las ventas externas del país comparadas a enero del 2023, cayeron 243 millones de dólares y apenas cerca de 12.000 toneladas en volumen; Durante la “era del gas”, se dice ingresaron 65.000 millones de dólares -despilfarrados-; No existen certificaciones de las reservas de gas y no existe el tal “mar de gas”; Las exportaciones de oro han caído debido a la política de compra del Banco Central y se desconoce las cifras de cuánto de ese oro ha sido convertido en divisas por el BC. La reducción de las exportaciones de gas y el alto costo de la importación de combustibles dejan al oro como una de las pocas fuentes de divisas para el Estado. La legalidad del mecanismo de conversión del oro a divisas aún está en duda; Los parámetros utilizados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) no reflejan el verdadero nivel de inflación en Bolivia; los precios de los bienes y servicios alcanzan el 3,6% y la tendencia es ascendente, debido al incremento en el precio del dólar que seguirá encareciendo las importaciones. De marzo 2023 a marzo del 2024, el índice de inflación es de 3,06%, el más alto comparado con la post pandemia y no así el 0,74% como lo asegura el INE; Las metas proyectadas en el Plan de Desarrollo Económico Social (PDES) 2021-2025 que planteó el Gobierno de Luis Arce al inicio de su gestión están lejos de cumplirse.; En el PDES se proyectaba un crecimiento promedio del PIB de 5,1 por ciento en los cinco años de la actual administración; sin embargo, hasta este año, si se cumplen los pronósticos del Ejecutivo para esta gestión, se estaría en un promedio de 3,9 por ciento. De esta manera se proyectaba que entre 2021 y 2025 se invertirían 33.200 millones de dólares. De acuerdo con datos oficiales, hasta 2023 se ejecutó una inversión pública de alrededor de 7.880 millones de dólares. Más, en 2024, si es que se ejecuta el 100 por ciento de lo previsto en el PGE, se alcanzaría una inversión pública de 12.154 millones. Esto implicaría que en 2025 el Estado debería invertir más de 21 mil millones de dólares para alcanzar las proyecciones del PDES, millones que el gobierno no los dispone; El plan gubernamental contemplaba llegar a 2025 con una producción de gas de 46 millones de metros cúbicos día (m3d), pero a la fecha el país produce alrededor de 35 millones de m3d. En cuanto al litio, la industria perfilada como un importante generador de ingresos para Bolivia, se proyectaba llegar a 2025 con ventas por encima de los 3 mil millones de dólares, pero en 2023 se cerró con menos de 15 millones de dólares exportados de carbonato de litio. La caída en la producción del gas y los retrasos en la producción de carbonato de litio juegan en contra para alcanzar los números en el papel, además de que se ha reconocido fallas técnicas encontradas en el complejo para la extracción de litio por Bs 425 millones ($us 61 millones), según la estatal YLB, que luego de 10 años, no entra en producción; Efectivos del Comando Estratégico de Operaciones de Lucha Contra el Contrabando sufrieron ataques y emboscadas de contrabandistas en 57 oportunidades, entre 2023 y 2024; Según la FELCN, la cantidad incautada de cocaína ha pasado de 5,8 toneladas en 2020, a 7,8 en 2021, 10,2 en 2022, y 21,3 en 2023; En los primeros tres meses del presente año, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico secuestró 128 toneladas de droga y destruyó 415 fábricas de producción de cocaína en todo el territorio nacional; Desde el 2006 la “nacionalización” de 13 empresas le costó al país $us 1.238.806 que se pagó y aún se paga a multinacionales que interpusieron demandas internacionales. Aquí, se demuestra la total ineficiencia de la Procuraduría del Estado.
El MAS-IPSP estuvo tan enfocado en implementar los cambios de su proceso, que saltó directamente a la fase de ejecución sin llevar a cabo la planificación previa necesaria. Ideologizó su propuesta, despreció el análisis de cada componente en materia de planificación -si bien su contenido técnico era suficiente- pero anteponer una lectura únicamente teórica, eufórica como la que brinda el poder alcanzado, terminó llevando todo al fracaso desde el principio. Sin una planificación bien diseñada, el resultado siempre será un fracaso posterior. La ideología no puede sortear los hechos reales que transformar, por ejemplo, la pobreza territorial. El éxito de la gestión del cambio comienza con una estrategia sólida. Necesita saber por qué desea cambiar, qué resultado espera, quién se verá afectado y cómo pretende lograrlo. Para que la planificación de un cambio sea eficaz es necesario identificar todas las condiciones y actividades que deben darse por adelantado para que el proyecto sea exitoso. Una lección para la “oposición alternativa”, que una vez que supere sus distanciamientos intransigentes, apelen al razonado criterio para ofertar un programa respecto de lo que debe recuperarse, lo que debe hacerse, con quienes, con qué, y, ¿para llegar a dónde…?

QOSHE - Logros de una prodigiosa gestión de economía azul blindada - El Periódico
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Logros de una prodigiosa gestión de economía azul blindada

15 7
20.04.2024

Eduardo Claure

Mucha parafernalia se hizo el 2006 para la organización del ejecutivo que ofreció un nuevo paradigma de desarrollo para Bolivia. Centenas de técnicos, directores de área y ejecutivos de diversas redes de ONGs (UNITAS, AIPE y otras), se adhirieron a la estructura gubernativa del MAS-IPSP, y otras varias, colaborando con técnicos en programas específicos de planificación, desarrollo rural y tierras, descentralización, interculturalidad, justicia comunitaria, educación y otros temas, construyendo finalmente, junto a los componentes políticos partidarios de la cúpula del amasijo masista -con fuerte presencia del PCB, y menor de emebelistas y miristas- un plan de desarrollo mal digerido y peor aplicado según las reglas de una estricta planificación, aun cuando se dijo que su diseño tenía sujeción técnica a la norma nacional, sin embargo, este plan de largo plazo, “era liberador y transformador”. Quedó encargado de esa tarea el Lic. Carlos Villegas, salido del CEDLA, junto a otros de Fundación Tierra, del ex DDPC, PDCR I, II, III y otros “colaboradores” asimilados al poder de turno. La nueva estructura del poder ejecutivo (político) quedó encargado de la titánica tarea que se inició con traspiés con el caso del ministro de agricultura y tierras, Hugo Salvatierra que se vio envuelto en el primer hecho de corrupción con el caso de los 99 tractores “importados” y que nunca llegaron a manos campesinas. Arrancaron mal desde un principio, siempre con mala leche.
Veamos en este contexto algunos detalles de los logros de esta prodigiosa gestión de economía azul blindada, durante 18 años: La moneda nacional se devaluó en más del 16%. El porcentaje de la devaluación aumentó cuando el dólar cotizó entre 9 y 10 bolivianos, estabilizado entre 8 a 8,5 bolivianos; El boliviano perdió terreno, pues los productos de la canasta familiar incrementaron sus precios entre 15% y 20%; Los ingresos por la venta de gas alcanzaban los 6.000 millones de dólares, estas bajaron a 3.000 millones; la renta petrolera bordeaba los 5.400 millones, pero cayó a 2.000 millones. Desde el 2014 a la........

© El Periódico


Get it on Google Play