La sublevación, la conmoción y el alzamiento están de moda en Colombia, como producto del odio en que nos han envuelto las malas costumbres políticas, la intolerancia y los resquemores que aquejan a este país, desde tiempos inmemoriales.

Día a día nos invaden la rabia y la repulsión a todo lo que no cumpla con nuestros deseos, por íntimos que sean. Las familias se han dividido y se repudian. No hay diálogo o conversación por insignificante que sea, sin las puyas, ofensas y resquemores.

Noticias Caracol, trajo a colación lo ocurrido en un conjunto de Facatativá, conocido como “Las Heliconias”, en donde un cabo del ejército retirado se apoderó de normas que nadie le había encomendado y la emprendió contra toda esa comunidad, sin razón alguna. Ello exasperó a los habitantes del edificio y los hizo reaccionar contra el exmilitar, al que le destruyeron sus vehículos. El enfrentamiento fue general y tuvo que ser controlado por la policía. Al final el agresor primario tuvo que huir y someterse a una sanción judicial.

Esas actuaciones, se han generalizado en todo el territorio nacional, no de ahora; de siempre, según lo narra nuestra historia.

Desde los más grandes personajes, hasta los matones de barriadas, quieren imponer su “santa voluntad”, a sangre y fuego, por la intemperancia, el rencor y el odio, que se han apoderado de Colombia desde patriotas y chapetones en la independencia, impulsados por la repulsión y la rabia. A nadie se le niega una fobia.

Vemos como los propios expresidentes por celos se odian. Pastrana a Samper, Uribe y Duque a Santos y viceversa. Al Nobel, no le perdonan la paz y siempre lo llamaron traidor.

De florecer el acuerdo nacional que surgió de la reunión de Petro con los 10 “Cacaos”, que fueron informados de nuevos derroteros del gobierno Petro, que hasta ese martes parecían inmodificables. Por ejemplo, conciliar sobre las reformas que estudia el Congreso, modernizar la educación para generar productividad, garantizar la inclusión territorial, poner a producir la tierra con créditos baratos y alcanzar el desarrollo de la economía popular. El presidente fue insistente con sus invitados, al afirmar que estos objetivos, “nos permitirán colocar a Colombia en los rieles de la paz y el desarrollo de una profunda democracia.

El anunciado acuerdo nacional, nos puede sacar de los odios, el atroz fanatismo, la intolerancia y la terquedad que le han inculcado a esta República.

El presidente Petro debe bajarle al café y cumplir con los anuncios a los “Cacaos”. Engrosar sus invitaciones a los otros industriales, a sus gremios y a toda esta población, que clama por recuperar la economía con una productividad en paz y bajos intereses. Estamos en la antesala de una salvación y una convivencia racional y en paz.

BLANCO: Colombia potencia del futbol, debe ser nuestra marca mundial.

NEGRO: Basta ya con un Eln que solo busca la destrucción.

QOSHE - La sublevación de las heliconias - Gabriel Ortiz
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La sublevación de las heliconias

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24.11.2023

La sublevación, la conmoción y el alzamiento están de moda en Colombia, como producto del odio en que nos han envuelto las malas costumbres políticas, la intolerancia y los resquemores que aquejan a este país, desde tiempos inmemoriales.

Día a día nos invaden la rabia y la repulsión a todo lo que no cumpla con nuestros deseos, por íntimos que sean. Las familias se han dividido y se repudian. No hay diálogo o conversación por insignificante que sea, sin las puyas, ofensas y resquemores.

Noticias Caracol, trajo a colación lo ocurrido en un conjunto de Facatativá, conocido como “Las Heliconias”, en donde un cabo del ejército retirado se apoderó de normas que nadie le había encomendado y la emprendió contra........

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