«Establecer objetivos es el primer paso para convertir lo invisible en visible».
Tony Robbins
Alicia estaba ansiosa. Había atravesado el espejo hacia el país de las maravillas y se encontraba en una encrucijada con múltiples caminos que se extendían en todas direcciones. Se sentía perdida, sin saber qué dirección tomar. Sin embargo, su ansiedad se desvaneció cuando vio al Conejo Blanco acercarse por uno de los caminos. Se sintió aliviada al pensar que tal vez él podría guiarla.
«¿Qué camino debo tomar?», preguntó Alicia al Conejo Blanco con cierta incertidumbre. El Conejo, nervioso y apresurado, echó un vistazo al reloj que sostenía en sus manos antes de responder: «¿A dónde vas?»
Alicia se quedó perpleja por un momento. «No lo sé», admitió finalmente.
El Conejo Blanco, con una sabiduría aparentemente simple pero profunda, respondió: «Bueno, entonces cualquier camino te llevará«.
Y con esas palabras, el Conejo Blanco desapareció rápidamente, dejando a Alicia sola nuevamente en la encrucijada, pero esta vez con una nueva perspectiva. La lección que había aprendido era clara: la dirección que tomará no importaba tanto como el hecho de tomar una decisión y seguir adelante.
La mayoría de la gente tiene ideas vagas acerca de lo que quiere, pero con frecuencia estas ideas no son lo suficientemente específicas o claras para guiar sus acciones o comportamientos.
Esta escena de «Alicia a través del espejo» de Lewis Carroll ofrece una poderosa metáfora sobre el viaje del emprendedor hacia el éxito. En el mundo empresarial, al igual que en el país de las maravillas, a menudo nos encontramos en situaciones donde hay múltiples caminos que podemos seguir. La clave, sin embargo, radica en tener claridad en nuestras metas y en tomar decisiones activas para avanzar hacia ellas.
La fijación de metas es una parte fundamental del viaje emprendedor. Sin metas claras y específicas, es fácil perderse en un mar de opciones y caminos inciertos. Al igual que Alicia, los emprendedores pueden sentirse abrumados por la incertidumbre y la falta de dirección. Pero al establecer metas concretas y alcanzables, se crea un mapa que guía el camino hacia el éxito.
Sin embargo, establecer metas no es suficiente. Es importante también tener la determinación y la disciplina para seguir adelante, incluso cuando el camino se vuelve difícil o confuso. Como el Conejo Blanco sabiamente señaló, cualquier camino que se tome eventualmente llevará a algún lugar, siempre y cuando se avance con convicción y perseverancia.
Además, la historia de Alicia nos recuerda la importancia de mantener una mentalidad abierta y adaptable. Aunque no siempre podemos prever todos los desafíos y obstáculos que encontraremos en nuestro camino hacia el éxito, podemos estar preparados para ajustar nuestra estrategia y tomar nuevos caminos cuando sea necesario.
Los empresarios exitosos no solo saben a dónde van, sino que son capaces de evaluar cómo sus propias habilidades y limitaciones los ayudan u obstaculizan en sus progresos hacia esas metas.
Definitivamente, la historia de Alicia a través del espejo nos ofrece una valiosa lección para los emprendedores: establecer metas claras, tomar decisiones activas y mantenerse enfocados en el camino hacia el éxito. Al hacerlo, podemos navegar por el país de las maravillas empresariales con confianza y determinación, sabiendo que cada paso nos acerca un poco más a nuestros sueños.
Italo Olivo
www.iolivo.com
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Se busca un Emprendedor: En busca del éxito & El viaje de Alicia a través del espejo
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23.04.2024
«Establecer objetivos es el primer paso para convertir lo invisible en visible».
Tony Robbins
Alicia estaba ansiosa. Había atravesado el espejo hacia el país de las maravillas y se encontraba en una encrucijada con múltiples caminos que se extendían en todas direcciones. Se sentía perdida, sin saber qué dirección tomar. Sin embargo, su ansiedad se desvaneció cuando vio al Conejo Blanco acercarse por uno de los caminos. Se sintió aliviada al pensar que tal vez él podría guiarla.
«¿Qué camino debo tomar?», preguntó Alicia al Conejo Blanco con cierta incertidumbre. El Conejo, nervioso y apresurado, echó un vistazo al reloj que sostenía en sus manos antes de responder: «¿A dónde vas?»
Alicia se quedó perpleja por un momento. «No lo sé», admitió finalmente.
El Conejo Blanco, con una sabiduría aparentemente simple pero profunda, respondió: «Bueno, entonces cualquier camino te llevará«.
Y con esas palabras, el Conejo........
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