No puedo empezar a hablar de esto sin mencionar que la misma palabra dieta encierra en sí misma una gran controversia, muchas personas están a favor de usarla y manifiestan que no existe nada de malo en ella, mientras otros son más de pensar que es un sinónimo de restricción alimentaria y que afecta la salud mental de las personas.
Desde mi opinión la palabra dieta desde la alimentación puede estar más enfocada a cuando necesitamos alimentarnos de una u otra manera dependiendo de nuestra condición de salud y/o enfermedad diagnosticada, donde claramente será necesario quitar algunos alimentos; pero en un persona sana sería más prudente hablar de alimentarnos; Porqué en esa palabra entran alimentos tanto nutritivos, como no nutritivos que realmente están más centrados en la realidad constante de nuestra alimentación, entendiendo que a veces nos provoca un alimento que no es tan saludable y somos conscientes de eso porque esa es realmente la parte emocional de la alimentación , pero siempre partiendo del hecho de que alimentarnos debe ser una decisión consciente diaria.
Posterior a esto las personas entran en la búsqueda interminable de ese “milagro” que me va a hacer bajar de peso una búsqueda que falla porque por un lado se centra en que piensan que la magia la tiene el profesional que trabaja en nutrición, en la nueva dieta que salió, en lo que le funciono a mi amiga, en la pastilla etc. Quieren un proceso rápido y lo peor de todo a mi parecer el obsesionarse con un ideal de belleza, comparando su cuerpo y pensando que yo solo seré exitoso/ exitosa si me veo como tal persona lo que hace que llegue la frustración casi que sin intentarlo porque es algo que está fuera de toda realidad.
Las dietas suelen considerarse como soluciones temporales en lugar de cambios de estilo de vida a largo plazo. Una vez que se alcanzan los objetivos de peso o se pierde el interés en la dieta, es fácil volver a los hábitos alimenticios anteriores, lo que resulta en una recuperación del peso perdido.
Las restricciones extremas también son un obstáculo común. Las dietas muy restrictivas pueden ser difíciles de mantener a largo plazo y pueden generar sentimientos de privación. Esto a menudo conduce a antojos intensos y, eventualmente, al abandono de la dieta. Además, la falta de educación nutricional puede ser un factor significativo. Muchas personas se embarcan en una dieta sin comprender completamente los principios básicos de la nutrición y cómo afectan a su cuerpo. Esta falta de comprensión puede dificultar la toma de decisiones informadas sobre la alimentación y mantener hábitos saludables.
Pero saben que es realmente lo peor de todo que la magia si existe y es cuando entienden que esa magia solo está en cada persona, en esa capacidad que tengo yo como ser humano de apropiar lo que me dijo mi asesor nutricional y salir a hacerlo porque nadie por muy bueno que sea lo va a poder hacer por mí, cuando tengo un buen diagnóstico y cuando me lleno de mucha paciencia y ganas de conocerme y lidiar con esas luchas internas con uno mismo que no nos gustan para nada pero que hacen su presencia día con día.
En conclusión, para superar estos desafíos, es crucial adoptar un enfoque holístico hacia la pérdida de peso y la salud en general. Esto implica centrarse en hábitos alimenticios saludables y sostenibles, actividad física regular y construcción de un sólido sistema de apoyo social. Además, buscar orientación profesional puede proporcionar conocimientos y estrategias personalizadas para alcanzar los objetivos de pérdida de peso de manera efectiva y sostenible.
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