Los dos lemas los inventaron Jaime Bateman y Álvaro Gómez. Y terminaron incorporados a la herencia política nacional. Estos ideólogos de izquierda y derecha nunca definieron con precisión en qué consistían esos eslóganes abstractos, pero cada cierto tiempo volvemos sobre ellos buscando que su concreción ayude a resolver lo que no se ha podido solucionar por la vía de la violencia armada o verbal.

Basta examinar los puntos que el presidente Gustavo Petro y una parte representativa y poderosa del empresariado nacional situaron sobre la mesa en el encuentro de Cartagena, para darse cuenta de que se trata, esencialmente, de los temas de siempre en un país que no ha conseguido - pese a sus avances - vencer la pobreza y generar oportunidades para todos los colombianos.

Es decir, la justicia social sigue estando en el corazón de la discusión nacional y no se obtendrá ni dividiéndonos más ni incrementando el odio entre derecha e izquierda. Es una buena señal que el presidente se haya reunido y tomado una foto cordial con quienes simbolizan gran parte del poder económico del país.

Se ha anunciado que los diálogos continuarán. La conversación entre colombianos diferentes es el derrotero para cimentar entre todos un sendero lleno de crecimiento económico, prosperidad, paz y democracia.

Eso es promover el diálogo nacional y el acuerdo sobre lo fundamental de Bateman y Gómez. Petro ha hecho bien en retomar esa ruta. Porque la radicalización, las marchas y los balconazos no contribuyen a la moderación ni permiten avanzar en la construcción de un nuevo país.

Que Petro se haya sentado también de nuevo con el expresidente Álvaro Uribe va en la dirección correcta. El país está cansado de los aullidos de la polarización. Lo que no traduce suprimir el esquema gobierno-oposición y pretender el unanimismo. Ojalá Petro mantenga esa actitud ecuánime. Lo que realmente conviene, en lo que resta del cuatrienio, es el diálogo y hacer acuerdos para sacar adelante el país. Hay un buen Plan de Desarrollo y tenemos los recursos para hacer un gobierno de resultados. Corresponde trabajar de la mano de los gobernadores y alcaldes. Y las reformas deben ser las objetivamente posibles en un marco de negociación razonable.

Como parte del diálogo nacional y el acuerdo sobre lo fundamental, es esencial que los colombianos aceptemos esto: no podemos menospreciar el rol claramente importante del Estado en especial en la economía, ni tampoco el de los empresarios, el de los dueños del capital. Juntos y abandonando los extremismos neoliberales o estatistas, lograremos edificar un país más justo y una democracia mejor.

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Diálogo nacional y acuerdo sobre lo fundamental | Columna de Horacio Brieva

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29.11.2023

Los dos lemas los inventaron Jaime Bateman y Álvaro Gómez. Y terminaron incorporados a la herencia política nacional. Estos ideólogos de izquierda y derecha nunca definieron con precisión en qué consistían esos eslóganes abstractos, pero cada cierto tiempo volvemos sobre ellos buscando que su concreción ayude a resolver lo que no se ha podido solucionar por la vía de la violencia armada o verbal.

Basta examinar los puntos que el presidente Gustavo Petro y una parte representativa y poderosa del empresariado nacional situaron sobre la mesa en el encuentro de Cartagena, para darse cuenta de que se trata, esencialmente, de los temas de siempre en un........

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