Una muchacha embarazada y su marido, hombre mayor, no encuentran alojamiento después de un largo viaje; en el único albergue del pueblo los rechazan. Les dicen que no hay habitación disponible. Lo sienten mucho. ¿Qué hacer? El hombre se alisa el bigote y mira a su mujer, el vientre hinchado, la espalda arqueada, un gesto que anuncia lo que más teme y es que el trabajo de parto está por comenzar. Mire cómo está mi mujer, ¿dónde va a dar a luz?, insiste el hombre, cansado, pero el mesonero vuelve a decir no con la cabeza y se alza de hombros. Imposible, vuelva mañana si quiere. La pareja prosigue en silencio. Hace frío y él ya no se atreve ni a mirarla. La joven se agarra el vientre con las dos manos y se muerde los labios. A la entrada del pueblo ven una cueva que contiene un establo y comprenden que esa es su única posibilidad. Entre los animales hay calor. La mujer apenas puede moverse y sobreviene el parto. Una cabra, conmovida, lame el sudor en la frente de la jovencita. El recién nacido llora, está vivo. La familia se salva.

Así comienza una de las mejores historias de Occidente: la de un nacimiento pobre que luego, tres décadas después, será víctima de una condena a muerte injusta y una cruz. Le pasó a un hombre llamado Jesús o Jesucristo, ese judío asombroso que cambió el mundo para siempre. El catolicismo argumenta que era el hijo del dios judío y que, en consecuencia, vino al mundo a salvar al hombre. Pero esto presupone cosas dudosas: ¿Puede alguien ser hijo de un dios? ¿Pudo ser concebido sin que su madre dejara de ser virgen? Y al final, haber resucitado. La interpretación de estos hechos inverosímiles nos informa, de paso, que la muerte injusta en realidad fue buscada, ya que Jesús “murió por nuestros pecados”. La religión hace su camino exegético, eso lo puedo comprender. Sin embargo, la existencia de un hombre llamado Jesús sí me parece verdadera. Alguien dotado de una suprema inteligencia, como suele pasar en la comunidad judía, y de un deseo de pasar de las palabras a la acción. Existió, sí. Pero no creo que fuera hijo de ningún dios. Nació en Belén, Cisjordania, en la misma Palestina que hoy está siendo despanzurrada por los bombardeos israelíes tras el salvaje ataque de Hamás, un Hamás errático que tanto se parece al ELN de acá, que siempre hace lo que le conviene a la ultraderecha local y que, en cambio, escupe en la mano de los moderados que buscan la solución. Pero me salgo del tema. Una pareja pobre, un niño que nace en la pobreza, la soledad y el abandono, y un establo. Una buena historia, conmovedora y humana, a partir de la cual se crea un imperio que no decae. Jon Fosse, el último premio nobel, escritor genial y, para mí, la figura del año 2023, dice en Septología: “Jesucristo vino a la Tierra para anunciar que Dios ya no es el Dios de la venganza, sino el Dios del amor, de la misericordia, en fin, para anunciar que Dios es ahora el Dios de la bendición y no de la venganza ni del castigo ni de la destrucción, que ahora es el Dios del amor, para todos los hombres, y ya no es sólo el Dios de Israel, sí…”. ¿Estará Fosse traducido al hebreo y al árabe? Ojalá que sí. Ojalá que estas sabias palabras, allá, recorran un camino, aunque sólo sea para aquellos que todavía escuchan.

QOSHE - Una buena historia - Santiago Gamboa
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Una buena historia

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23.12.2023

Una muchacha embarazada y su marido, hombre mayor, no encuentran alojamiento después de un largo viaje; en el único albergue del pueblo los rechazan. Les dicen que no hay habitación disponible. Lo sienten mucho. ¿Qué hacer? El hombre se alisa el bigote y mira a su mujer, el vientre hinchado, la espalda arqueada, un gesto que anuncia lo que más teme y es que el trabajo de parto está por comenzar. Mire cómo está mi mujer, ¿dónde va a dar a luz?, insiste el hombre, cansado, pero el mesonero vuelve a decir no con la cabeza y se alza de hombros. Imposible, vuelva mañana si quiere. La pareja prosigue en silencio. Hace frío y él ya no se atreve ni a mirarla. La joven se agarra el vientre con las dos manos y se muerde los labios. A la entrada del pueblo ven una cueva que contiene un establo y comprenden que esa es su........

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