Pese a toda clase de presiones intentan cumplir sus funciones como contrapesos del sistema democrático. ¿Considera el gobierno que cortes, instituciones, organismos de control y el mismo Congreso, al ejercer su independencia, lo quieren “tumbar”? A falta de una oposición real el mismo presidente, para dar sentido a su discurso polarizador -entre “ellos y nosotros”- ha debido imaginarla en las cortes; en la Procuraduría y en la misma Fiscalía objetivos frecuentes de sus discursos y embates. Olvida que se trata de los mismos instrumentos e instituciones democráticas que garantizaron su elección.

Si el gobierno afronta problemas en su relación con el Congreso, donde a pesar de la mermelada se han embolatado sus reformas, y en la misma administración y gestión, como el mismo presidente lo ha reconocido, debe registrarse, en cambio, que el esfuerzo realizado ante organismos internacionales en la batalla por un pronto nombramiento de una fiscal ternada por él ha sido impecable. La supuesta “oposición” no se vio por ninguna parte.

La oposición no se ha notado. Apenas una semana después una fracción de ella -el Centro Democrático- inició algún intento para explicar su versión en el escenario internacional. Personajes como el exvicepresidente y exembajador Francisco Santos, con experiencia en cabildeo en Estados Unidos, apenas balbucea a posteriori con utilizar -como Petro- la movilización popular promoviendo un plantón(¿?). Otros sectores como Cambio Radical se expresan mediante aisladas y desarticuladas declaraciones de sus miembros. La oposición es una colcha de retazos. Solo funciona en la imaginación presidencial.

La “oposición” no tuvo siquiera candidato en las presidenciales y nadie puede afirmar que las elecciones regionales, en que el gobierno perdió por bastante y por sus propios yerros, hubiese sido una expresión de ella y no una manifestación espontanea de electores dispersos y desencantados. Una oposición con propuestas alternativas y ejerciendo anticipada y coordinadamente control político no hemos observado. De nuevo, si existe, no se reconoce tampoco en el escenario internacional en que el presidente ha logrado el respaldo de sectores democráticos de izquierda y de otros no tan democráticos.

¿Por qué la CIDH, la OEA y la ONU piden -en una recomendación inédita- a la Corte acelerar la elección de la fiscal? Porque el gobierno la trabajó con todos los recursos a su alcance sabiendo que se trata de una decisión crucial en que está comprometida su propia supervivencia, pero no por cuenta de la oposición sino de las declaraciones del mismo Nicolas Petro, Day Vázquez y el exembajador Benedetti.

Por otra parte, la alianza con el gobierno Biden, fundada en razones históricas y en la perspectiva de reestablecer la democracia en Venezuela, le ha abierto las puertas en diferentes organismos internacionales en los que se observa como aliado de los Estados Unidos. Pero en pleno periodo electoral que solo busca legitimar, una vez más, la dictadura en Venezuela se siguen encarcelando opositores y vetando candidatos, y en Estados Unidos también vienen elecciones. El escenario tiende a cambiar. Maduro, como todos los tiranos, considera que su gobierno es para siempre.

El carácter democrático de la elección de Petro y su presentación como el primer presidente de la izquierda en muchos años, le hace ser observado -a diferencia de lo que ocurre en Colombia- con una mezcla de curiosidad y simpatía por parte de sectores democráticos de la izquierda internacional de los que recibe solidaridad. El presidente debería considerar los compromisos derivados de su investidura con las instituciones del sistema democrático en lugar, cada vez que puede, de arreciar contra ellas con consecuencias como la que observamos en el sitio inadmisible; inolvidable e inocultable a la Corte Suprema de Justicia.

***

La cifra de crecimiento de la economía, 0.6 %, resultó peor que las previsiones más pesimistas. Es la tercera parte de la cifra estimada por el gobierno en el Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2023 (1,8 %). Se trata de un llamado para recuperar la confianza y la inversión y mejorar los niveles de ejecución del propio gobierno, respetando la regla fiscal. El gobierno debe esforzarse en un plan de reactivación, comenzando con la construcción de obras de infraestructura que el año pasado decrecieron un 12,3 %, una cifra imputable solo a su escasa capacidad de gestión

@herejesyluis

QOSHE - Las Cortes no son “la oposición” - Luis Carvajal Basto
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Las Cortes no son “la oposición”

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19.02.2024

Pese a toda clase de presiones intentan cumplir sus funciones como contrapesos del sistema democrático. ¿Considera el gobierno que cortes, instituciones, organismos de control y el mismo Congreso, al ejercer su independencia, lo quieren “tumbar”? A falta de una oposición real el mismo presidente, para dar sentido a su discurso polarizador -entre “ellos y nosotros”- ha debido imaginarla en las cortes; en la Procuraduría y en la misma Fiscalía objetivos frecuentes de sus discursos y embates. Olvida que se trata de los mismos instrumentos e instituciones democráticas que garantizaron su elección.

Si el gobierno afronta problemas en su relación con el Congreso, donde a pesar de la mermelada se han embolatado sus reformas, y en la misma administración y gestión, como el mismo presidente lo ha reconocido, debe registrarse, en cambio, que el esfuerzo realizado ante organismos internacionales en la batalla por un pronto nombramiento de una fiscal ternada por él ha sido impecable. La supuesta “oposición” no se vio por ninguna parte.

La oposición no se ha notado. Apenas una semana después una........

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