El presidente argentino es torpe y lenguaraz. Eso ya se sabe. Así ha hecho su carrera política. Es un atorrante, como dirían allá mismo. Lo grave es que cuando dice que el presidente colombiano fue un asesino y un terrorista, eso resuena en Colombia.

Es decir, aquí hay muchas personas que lo quisieran decir también para descalificar de tajo al primer presidente en la historia del país, que llegó a la presidencia después de haber estado en la guerrilla y de haberse reincorporado a la vida civil.

¿Ven el asunto? ¿Ven la gravedad del asunto?

Si esa manera de descalificar a Petro, de despreciarlo, de satanizarlo, se impusiera, todos los esfuerzos que hemos hecho como nación para pacificar el país a través de medios fundados, no en la guerra sino en el diálogo y la concertación, estarían proscritos, estarían malditos, estarían, incluso, en la ilegalidad.

Eso es muy grave, porque entonces lo dicho por el señor Milei nos condena a un destino de guerra y confrontación interminable. Insisto, si la visión de Milei y de ciertos colombianos se impusiera, no hubiera sido posible desmovilizar a más de 13.000 combatientes de las FARC, no hubiera sido posible crear los espacios territoriales de paz, no hubiera sido posible crear la Comisión de la Verdad y la JEP, y no hubiera sido posible que un hombre como Gustavo Petro se desmovilizara y ganara democráticamente la presidencia respaldado por más de 11 millones de votos.

¿Sí ven?

La visión de tipos como Milei nos condena a una especie de “uribismo perpetuo”, en el que se impone para siempre el estamento militar sobre la civilidad, y en el que, gracias a la falacia de una victoria militar sobre los ejércitos ilegales -que nunca llegó, que nunca llegará-, estamos dispuestos a sobornar congresistas y adulterar la Constitución para reelegir al presidente, a quebrantar los derechos humanos y civiles de quienes se opongan al Gobierno, a espiar a las altas cortes y a asesinar a más de 6.000 muchachos haciéndolos pasar por guerrilleros abatidos.

Cosas como esas. Y más: estamos dispuestos a bombardear campamentos guerrilleros sabiendo que en ellos hay niños y niñas reclutados a la brava. Y estamos prestos a fumigar con avionetas los campos y los ríos y los bosques, enfermando a la gente y dañando los recursos naturales, todo para que muchos puedan decir con la boca llena: nosotros sí somos valientes y decentes y no le damos tregua al narcotráfico. Como si el narcotráfico alguna vez hubiera amainado en Colombia en los últimos 50 años.

Ese es el asunto. Estos no son dos gallitos peleando, en el mejor estilo de los egos masculinos. No, esto es muy grave porque lo que dice el bárbaro de Milei lo quieren decir muchos colombianos en nuestro propio país. Yo creo que cuando oyen eso ciertos políticos, ciertos hombres poderosos, cierta capa de la sociedad muy reaccionaria, se frotan las manos y sienten llegar al paroxismo. Y todos sabemos sus nombres.

QOSHE - La ominosa resonancia de lo dicho por Milei - Gonzalo Mallarino Flórez
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La ominosa resonancia de lo dicho por Milei

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03.04.2024

El presidente argentino es torpe y lenguaraz. Eso ya se sabe. Así ha hecho su carrera política. Es un atorrante, como dirían allá mismo. Lo grave es que cuando dice que el presidente colombiano fue un asesino y un terrorista, eso resuena en Colombia.

Es decir, aquí hay muchas personas que lo quisieran decir también para descalificar de tajo al primer presidente en la historia del país, que llegó a la presidencia después de haber estado en la guerrilla y de haberse reincorporado a la vida civil.

¿Ven el asunto? ¿Ven la gravedad del asunto?

Si esa manera de descalificar a Petro, de despreciarlo, de satanizarlo, se impusiera, todos los esfuerzos que hemos hecho como nación para pacificar el país a través de medios........

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