Las agencias de noticias informan que el Estado de Israel y su ejército han matado a cerca de 35.000 personas en Gaza, más de la mitad de ellas mujeres y niños. La ONU informa que hay más de 10.000 cadáveres bajo los escombros que han dejado los miles de toneladas de explosivos lanzados durante más de 6 meses. Los palestinos que están muriendo y que podrían morir en los próximos días y semanas -la mayoría niños y niñas-, como consecuencia de la falta de servicios médicos, de alimentación y de agua potable y condiciones mínimas de salubridad, son decenas de miles.

Esto es un genocidio en toda la regla.

El Estado de Israel actúa como un Estado genocida. Y un país no puede tener relaciones diplomáticas con un Estado que actúa así. Por eso hizo bien Colombia en romper relaciones. Hizo bien el presidente Petro. Esos miles de seres humanos que han muerto estaban quietos en sus casas, en sus escuelas, en sus calles, en sus hospitales, en sus iglesias. Quietos. No eran un objetivo militar de ninguna manera. No eran una fuerza beligerante. Eran la ciudadanía, la gente, a la que Netanyahu hizo matar en su intento por combatir al grupo terrorista Hamás, compuesto por asesinos fanáticos.

A lo largo de la historia, los casos de genocidios -entre los que se encuentra el propio Holocausto judío- tienen un elemento terrible en común: el desprecio por la nación atacada que se busca “borrar del mapa”. El mismo desprecio de Hitler y los nazis por los judíos europeos es el de Netanyahu y su Estado por los palestinos. Eso es estremecedor.

Y hay que ir más allá. No solo el Estado judío considera que los palestinos son infrahumanos y que está en su derecho a matarlos, es que lo mismo piensa EE. UU., la OTÁN y la CE. Siguen apoyando el slogan ese de que “Israel tiene derecho a defenderse” y así miran para otro lado mientras el Estado de Israel lleva a cabo estas matanzas delante del mundo entero.

Esos países mencionados antes, y me temo que muchos de los que aún tienen relaciones diplomáticas con el Estado de Israel, consideran que el pueblo palestino es infrahumano. Y entonces, el asunto es manejable con unas notas de protestas y unas recomendaciones. Después de todo, no se trata de ciudadanos franceses, o ingleses, o alemanes, o estadounidenses, no, se trata de unos palestinos, una raza inferior, unas mujeres inferiores y sus niños y niñas inferiores, subhumanos. Y entonces la cosa no es tan grave.

En el fondo de esto lo que hay, al permitirle a Estado de Israel exterminar al pueblo palestino, es un episodio de deshumanización del mundo. Volver la cabeza para otro lado y dejar que Israel siga matando niños y mujeres palestinos, es un angustioso caso degradación de toda la humanidad. Lo que está haciendo el Estado de Israel nos degrada a todos como especie. Tal como lo que hizo Hitler.

La postura del presidente Petro es hondamente humanitaria. Es incomprensible que no sea reconocida.

QOSHE - Claro que había que romper con el Estado de Israel - Gonzalo Mallarino Flórez
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Claro que había que romper con el Estado de Israel

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08.05.2024

Las agencias de noticias informan que el Estado de Israel y su ejército han matado a cerca de 35.000 personas en Gaza, más de la mitad de ellas mujeres y niños. La ONU informa que hay más de 10.000 cadáveres bajo los escombros que han dejado los miles de toneladas de explosivos lanzados durante más de 6 meses. Los palestinos que están muriendo y que podrían morir en los próximos días y semanas -la mayoría niños y niñas-, como consecuencia de la falta de servicios médicos, de alimentación y de agua potable y condiciones mínimas de salubridad, son decenas de miles.

Esto es un genocidio en toda la regla.

El Estado de Israel actúa como un Estado genocida. Y un país no puede tener relaciones diplomáticas con un........

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