Yemen es un territorio del cual en Colombia no hay un amplio conocimiento. El pasado 13 de enero de 2024 sufrió un ataque militar por parte de la coalición liderada por EE. UU. y Reino Unido. Según declaraciones oficiales, el objetivo fue los hutíes, un movimiento yemení que desde noviembre de 2023 ataca navíos comerciales en el punto estratégico de Bab al-Mandab en el mar Rojo como protesta frente a las operaciones militares de Israel en Palestina. A continuación cinco elementos clave que intentan dotar de contexto al lector para una mejor comprensión de la presente crisis.

1. ¿Yemen? ¡Mmm… no conozco mucho!: datos introductorios.

Está ubicado en el sur de la península arábiga y posee fronteras con Arabia Saudí y Omán. A diferencia de estos países, posee un sistema republicano y no monárquico. Cuenta con una importante posición estratégica en el golfo de Adén y el estrecho de Bab al-Mandab (con Yibuti), punto de choque entre el mar Rojo y el océano Índico donde circula cerca del 10% del crudo global, aproximadamente 6.2 millones de barriles de petróleo al día. A pesar de esto, no posee una economía rentista como la de sus vecinos y hoy es el país más pobre de la península arábiga. Su población aproximada son 32 millones de habitantes de los cuales casi el 99% son musulmanes. De acuerdo con Minority Rights, 65% profesan el islam sunní (de la corriente shafi), 35% shiísmo zaidí y el restante lo componen diferentes comunidades como ismaelíes, algunos judíos, bahais, entre otros.

2. ¿Los hutíes? quiénes son y denominación sugerida:

Se les conoce como hutíes debido al nombre de la familia huti en Yemen, quienes sentaron las bases del grupo en el tiempo posterior a la revolución republicana, el revivalismo religioso de la década de los 1990 y por su participación en las guerras de Saada (2004-2010). La familia huti profesa el islam, particularmente la rama shiíta zaidí (diferente por ejemplo a la doctrina del shiísmo duodecimano mayoritario en Irán). Posee componentes tribales y es oriunda de las gobernaciones de Amrán y Saada al norte del país, regiones con paisajes montañosos. Si bien su actual líder es Abdel Malik al-Huti (hijo de Bader al-Din al-Huti fundador del grupo), no se designan a sí mismos como “los hutíes” sino que desde 2014 emplean el nombre de Ansar Alá que significa partidarios de Alá (Dios en árabe).

Hutíes y Ansar Alá no son sinónimos por varias razones. Primero, no todos los miembros de Ansar Alá pertenecen a la familia huti. Se trata de una organización que incluye segmentos diversos de la sociedad civil yemení aunque su líder Abdel Malik tome las decisiones más importantes. Además, no todos son fervientes seguidores del islam zaidí. Así, estamos ante un movimiento de masas que ha evolucionado en los últimos años. Esta amplitud en la aproximación permitirá mejor comprensión del fenómeno de este grupo yemení.

¿Cómo llegaron al poder? Yemen no es sinónimo de Ansar Alá y su protagonismo en el país es relativamente reciente, especialmente a partir de las revueltas de 2011. Las protestas populares lograron derrocar al presidente Ali Abdalá Saleh pero vieron truncados sus anhelos debido a la intervención del entonces Consejo de Cooperación del Golfo. Arabia Saudí (al ser una monarquía hereditaria), temeroso de que en Yemen triunfase un movimiento democrático republicano, impuso como presidente “interino” a Abd Rabu Mansur Hadi, quien ejercía como vicepresidente. Se mantuvo como “interino” hasta el 2023, de ahí a que su “legitimidad” siempre estuvo en entredicho.

Su elección fue bastante discutida por muchos sectores de la sociedad yemení, entre ellos, el movimiento secesionista en el sur al-Hirak, reactivado desde el 2007. El actual Ansar Alá tampoco estuvo de acuerdo y por ello en el 2014 decidieron tomar la capital con ayuda del expresidente Saleh y segmentos de las fuerzas armadas, lo que provocó la intervención militar de la coalición liderada por Arabia Saudí. De 2015 a 2023 el reino no pudo derrotar a Ansar Alá por lo que optó por diálogos tendientes a poner fin a las hostilidades. Sin duda, constituyen un actor político y no una simple milicia.

3. Palestina y Gaza desde la mentalidad de Ansar Alá:

Para entender la participación de Ansar Alá en la coyuntura actual de Palestina e Israel, es importante saber que no es un conflicto entre árabes e israelíes, pues hay árabes aliados del Estado de Israel. Tampoco una pugna entre musulmanes y judíos pues hay musulmanes aliados de Israel y hay muchos judíos con Palestina, quienes particularmente desde el 7 de octubre alzan su voz en contra del Estado israelí. Exigen que esta nación no hable en su nombre.

Con esta aclaración, Ansar Alá parece apoyar a Palestina no porque sean árabes ni sean musulmanes (pues además hay palestinos cristianos y no creyentes) sino más bien por un compromiso ideológico de hace más de 20 años en el que denuncian la ocupación israelí de Palestina y las masacres en Gaza. Desde la década del 2000, en el auge de la segunda intifada, ya algunos miembros de la familia huti, como Husein al-Huti, realizaron pronunciamientos a favor de Palestina. Además, crean una ruptura con la dinámica de “normalización” de relaciones diplomáticas entre gobiernos de Oriente Próximo e Israel. Lo que cambió hoy es que pasaron de las palabras a la acción. Cualquier lector que pueda visitar el Medio Oriente (o a través de redes sociales) puede observar la gran popularidad que tiene el grupo en este momento. En este contexto debe leerse su intervención en el mar Rojo y el bloqueo de navíos.

4. “Los hutíes grupo títere de Irán”: dándole profundidad al debate

Sorprende que cuando la mayoría de los medios de comunicación, redes sociales y “expertos” se refieren a Ansar Alá, incluyen la expresión: “grupo títere, organización financiada, respaldado por Irán…” entre otros. ¿Necesariamente debo entender lo que pasa en Yemen o la dinámica de Ansar Alá a partir de Irán? La respuesta es no. Yemen es uno de los territorios que tiene más historia en el mundo árabe y en los siguientes episodios de su época contemporánea no se encuentra una presencia relevante de Irán: el gobierno del imam Yahia Hamid al-Din y sus hijos (1918-1962); la revolución republicana y la “guerra fría árabe” entre el Egipto de Gamal Abdel Nasser y Arabia Saudí (1962-1970); la división entre Yemen del norte y del sur; la unificación de los 1990 y la guerra civil de 1994 así como el mandato presidencial de Ali Abdala Saleh hasta 2012.

De hecho, la guerra de 2015 tampoco tiene que ver con Irán pues sus raíces se encuentran como explicamos en la pésima transición política posterior a las revueltas de 2011 y el descontento de varios grupos del país con Hadi. Cuando Ansar Alá realizó el golpe de Estado en 2014 hay fuentes que indican que Irán recomendó no hacerlo. Yemen posee dinámicas internas, agendas de grupos locales y no todo se explica a partir de un centro de operaciones desde Teherán que dicta y los demás obedecen. La agenda de Ansar Alá es más nacional que transnacional y su apoyo a Palestina es independiente de lo que opine Irán.

¿Cuál es entonces el vínculo entre Iran y Ansar Alá? mi sugerencia para el lector es analizar la relación más como de alianza, camaradería o colaborador (incluso a bajo costo) y no como un títere o proxy, que obedece ciegamente a Irán sin agenda o reivindicaciones propias.

5. El ataque de la coalición, grandes ausentes regionales y efectos contraproducentes:

La reciente operación militar de EE. UU y el Reino Unido tuvo más ausentes que participantes. Importantes aliados como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, vinculados íntimamente al mundo capitalista, decidieron no participar públicamente de estos ataques. Entre las posibles razones se encuentran que ambos priorizan el intercambio comercial y evitar pugnas políticas. De hecho, su participación en la coalición que enfrentó a Ansar Alá desde el 2015 fracasó y le trajo consigo contrataques a sus infraestructuras petroleras afectando su imagen y estabilidad. De allí, los esfuerzos y diálogos de paz mencionados. Finalmente, Omán, vecino de Yemen y aliado incondicional de Washington y Londres, tampoco participó pues el sultán Haitham ordenó cerrar el espacio aéreo del país para no permitir los ataques. El que un Estado con tradición neutral en política exterior tome este tipo de decisiones denota cambios geopolíticos interesantes.

Con todo esto, los efectos han sido contraproducentes. Ansar Alá no vio reducida su capacidad militar, se mostró desafiante y parece el gran ganador, al menos por ahora (al margen de ser incluido nuevamente en la lista de grupos terroristas). Los ataques pueden provocar mayores tensiones regionales y globales, aumento de su popularidad a lo largo y ancho de Oriente Próximo, además de una oportunidad de reclutamiento de nuevos miembros a las filas del movimiento. También, influye en marginar a otras fuerzas en contienda al interior de Yemen, por no hablar de la baja reputación del “gobierno legítimo” ubicado al sur del país. Si aumenta su popularidad, esto afectará también las reivindicaciones y denuncias de muchas mujeres yemeníes que han sufrido de las políticas de Ansar Alá.

Todo esto tiene una solución simple desde la cómoda orilla de la escritura. Es lógico que el comercio internacional no puede detenerse. Sin embargo, priorizar la vida por encima de lo material es lo más importante en este momento. Al ser elementos entrelazados, recordemos que antes del 7 de octubre de 2023 no hubo ataques de Ansar Alá, por lo tanto, si se ejerce presión política sobre Israel para que detenga su asedio militar a Gaza, es muy probable que este movimiento cese su intervención de los navíos transitando el mar Rojo. Finalmente, si como sociedad avalamos bombardear países tal como ocurrió con Iraq en 2003, con el pretexto de defender la “libertad”, estamos aún atrapados en la falsa premisa de “la guerra contra el terror” que encubre la avaricia de las potencias mundiales.

* El Colegio de México.

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Yemen (hutíes), Gaza y el mar Rojo: cinco elementos para leer la crisis en curso

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19.01.2024

Yemen es un territorio del cual en Colombia no hay un amplio conocimiento. El pasado 13 de enero de 2024 sufrió un ataque militar por parte de la coalición liderada por EE. UU. y Reino Unido. Según declaraciones oficiales, el objetivo fue los hutíes, un movimiento yemení que desde noviembre de 2023 ataca navíos comerciales en el punto estratégico de Bab al-Mandab en el mar Rojo como protesta frente a las operaciones militares de Israel en Palestina. A continuación cinco elementos clave que intentan dotar de contexto al lector para una mejor comprensión de la presente crisis.

1. ¿Yemen? ¡Mmm… no conozco mucho!: datos introductorios.

Está ubicado en el sur de la península arábiga y posee fronteras con Arabia Saudí y Omán. A diferencia de estos países, posee un sistema republicano y no monárquico. Cuenta con una importante posición estratégica en el golfo de Adén y el estrecho de Bab al-Mandab (con Yibuti), punto de choque entre el mar Rojo y el océano Índico donde circula cerca del 10% del crudo global, aproximadamente 6.2 millones de barriles de petróleo al día. A pesar de esto, no posee una economía rentista como la de sus vecinos y hoy es el país más pobre de la península arábiga. Su población aproximada son 32 millones de habitantes de los cuales casi el 99% son musulmanes. De acuerdo con Minority Rights, 65% profesan el islam sunní (de la corriente shafi), 35% shiísmo zaidí y el restante lo componen diferentes comunidades como ismaelíes, algunos judíos, bahais, entre otros.

2. ¿Los hutíes? quiénes son y denominación sugerida:

Se les conoce como hutíes debido al nombre de la familia huti en Yemen, quienes sentaron las bases del grupo en el tiempo posterior a la revolución republicana, el revivalismo religioso de la década de los 1990 y por su participación en las guerras de Saada (2004-2010). La familia huti profesa el islam, particularmente la rama shiíta zaidí (diferente por ejemplo a la doctrina del shiísmo duodecimano mayoritario en Irán). Posee componentes tribales y es oriunda de las gobernaciones de Amrán y Saada al norte del país, regiones con paisajes montañosos. Si bien su actual líder es Abdel Malik al-Huti (hijo de Bader al-Din al-Huti fundador del grupo), no se designan a sí mismos como “los hutíes” sino que desde 2014 emplean el nombre de Ansar Alá que significa partidarios de Alá (Dios en árabe).

Hutíes y Ansar Alá no son sinónimos por varias razones. Primero, no todos los miembros de Ansar Alá pertenecen a la familia huti. Se trata de una organización que incluye segmentos diversos de la sociedad civil yemení aunque su líder........

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