En Luisiana, Estados Unidos, se acostumbra mucho a comer un cangrejo de río o cangrejo rojo, un plato típico preparado en cocción con papas y verduras. Su producción se ha convertido en uno de los pilares de la economía de los agricultores de la región que ahora aprovechan los cultivos de arroz para sacar estos cangrejos rojos o crawfish, actualmente obtienen cerca de 150 millones de libras al año y generan más de 172 millones de dólares de ingresos. No suena mal.
¿Y qué pensarían si los invitan a comer cangrejo al mejor estilo de Luisiana, pero sacado del parque Simón Bolívar? Sería extraño, ¿cierto?
Pues esa puede ser la mejor solución a uno de los problemas más complicados que han tenido los lagos y humedales de Bogotá, Cundinamarca y Boyacá en los últimos tiempos: la invasión del cangrejo rojo americano o Procambarus clarkii.
En 1985 el ICA le dio un registro sanitario a una empresa del Valle del Cauca para experimentar con el cultivo del cangrejo rojo para fines comerciales; lo más probable es que quisieran venderla con el famoso jugo de borojó o como parte de las bebidas afrodisiacas tan famosas en la región, pero por un descuido algunos de los animales escaparon y terminaron inundando las fuentes hídricas hasta llegar a la cuenca del río Cauca.
Después, los cangrejos llegaron a las sabanas de Boyacá, Cundinamarca y Bogotá y llenaron lugares como la laguna de Fúquene, los bordes del río Suárez y finalmente los humedales y lagos bogotanos. Por su crecimiento exponencial y el impacto nocivo para especies nativas a las cuales termina desplazando o exterminando, esta especie fue declarada especie invasora por el Ministerio de Ambiente y se han elaborado diferentes protocolos para su manejo, pero no ha sido posible controlarla y su expansión ha sido tan alta que llegó a los lagos de los parques como el Simón Bolívar.
En el 2021 el Instituto Distrital de Recreación y Deporte, IDRD, con el apoyo de la ONG ambiental Conservación Internacional, comenzó a investigar cuál era la mejor manera de controlar este animal invasor y proteger a las especies del lago. Múltiples experimentos permitieron llegar a una propuesta novedosa que podría ser la solución para otros lugares como los humedales o la misma Laguna de Fúquene.
A través de la captura por diversos métodos, los cangrejos son tratados para quitarles los patógenos y bacterias y posteriormente son convertidos en harinas que, según exámenes de laboratorio, son una excelente fuente de proteína, calcio y otros minerales, lo que los podría convertir en un excelente suplemento alimenticio para mascotas y en abonos.
Aunque este método de control de la especie invasora termina en harina, tal vez se podría investigar si puede terminar como ingrediente de platos de alta cocina o en medicamentos para animales, dado que además de altos contenidos de nutrientes, tienen un alto potencial para poder aislar glucosamina, compuesto de alto valor y utilizado para aliviar enfermedades articulares. Así sucedió con el pez globo en la costa Atlántica y el control ha sido muy exitoso.
Por eso es indispensable continuar con la investigación iniciada en el parque Simón Bolívar y evaluar los otros usos que se puedan dar a este cangrejo rojo. Esa es, probablemente, la mejor forma de controlar esta especie y proteger el ecosistema de los lagos, los humedales y las lagunas del país, un gran concurso de Master Chef que premie la mejor preparación del cangrejo rojo y que se convierta en un plato insignia del bogotanísimo parque Simón Bolívar.
Si quiere conocer la investigación realizada por el IDRD sobre el cangrejo rojo puede entrar a este link: https://www.idrd.gov.co/sites/default/files/documentos/cartilla_procambarus_clarkii.pdf
Cangrejo a la carta
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29.02.2024
En Luisiana, Estados Unidos, se acostumbra mucho a comer un cangrejo de río o cangrejo rojo, un plato típico preparado en cocción con papas y verduras. Su producción se ha convertido en uno de los pilares de la economía de los agricultores de la región que ahora aprovechan los cultivos de arroz para sacar estos cangrejos rojos o crawfish, actualmente obtienen cerca de 150 millones de libras al año y generan más de 172 millones de dólares de ingresos. No suena mal.
¿Y qué pensarían si los invitan a comer cangrejo al mejor estilo de Luisiana, pero sacado del parque Simón Bolívar? Sería extraño, ¿cierto?
Pues esa puede ser la mejor solución a uno de los problemas más complicados que han tenido los lagos y humedales de Bogotá, Cundinamarca y Boyacá en los últimos tiempos: la invasión del cangrejo rojo americano o Procambarus clarkii.
En 1985 el ICA le dio un registro sanitario a una empresa del Valle del........
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