El prestigioso Grupo de los 30 (G30) publicó en las semanas pasadas un importante documento sobre la persistente caída del crecimiento económico en América Latina, un fenómeno que se acentuó después del pasado boom de precios de las materias primas y que no da señales de mejoría en el futuro. El reporte, dirigido por el economista chileno Andrés Velasco, con la participación de otros prestigiosos economistas, entre ellos Daron Acemoglu, Lawrence Summers y el exministro Mauricio Cárdenas, presenta una reveladora radiografía del problema y numerosas recomendaciones para atacarlo.

Aunque después del enorme desplome en la actividad productiva que trajo la pandemia se registró una recuperación vigorosa en 2021 y, en algunos países, en 2022, con el problema inflacionario, que obligó a los bancos centrales a elevar las tasas de interés, retornó la lentísima expansión económica que, al parecer, se prolongará en los próximos años.

Según el estudio, una de las principales causas del pobre crecimiento económico de largo plazo ha sido el estancamiento o incluso en ciertos casos la caída de la productividad, especialmente en los últimos 30 años. Esto ocurre básicamente por la mala asignación de recursos, un fenómeno que se refleja con claridad en la precariedad y escasa complejidad tecnológica de las exportaciones y en la proliferación de empresas ultrapequeñas, con bajísima productividad, sobre todo en el sector informal y en el de servicios.

Estos problemas se originan en buena parte en fallas de los gobiernos: escasa inversión en infraestructura y en formación técnica de la población (elementos fundamentales para el crecimiento de grandes empresas modernas, orientadas al comercio exterior) y, sobre todo, un cúmulo de regulaciones distorsionantes, que castigan el crecimiento de las firmas y promueven la informalidad. Pero también los autores insisten en las fallas de los mercados, problemas de coordinación y externalidades, que impiden la expansión de amplios sectores y que ameritan intervenciones inteligentes de las autoridades.

El trabajo compara el desempeño de las economías latinoamericanas con el de varios países de tamaño semejante en distintos continentes y encuentra que en este segundo grupo se observa un mayor dinamismo económico y más alto crecimiento de la productividad, resultado, entre otras cosas, de tasas más elevadas de inversión física y de capital humano, así como una mayor apertura al comercio internacional.

Las conclusiones de este trabajo son relevantes para Colombia, un país en el cual, sorprendentemente, el crecimiento económico no hace parte central de las políticas públicas ni de los propósitos nacionales. La expansión del PIB en este año apenas superará el 1 % (si llega al 1,5 %, se celebrará en algunos medios como una victoria extraordinaria); en el próximo y los años siguientes difícilmente llegará al 2 %. Es evidente que, más allá de algunas políticas contracíclicas de corto plazo, que todavía están por adoptarse —meros paños de agua tibia—, son indispensables iniciativas que ataquen las raíces profundas del estancamiento, en especial las relacionadas con la regulación, la infraestructura, la informalidad y el estímulo al fortalecimiento del volumen y la complejidad de nuestras escasas exportaciones, así como la indispensable reducción de la incertidumbre sobre el futuro del país.

QOSHE - El estancamiento de América Latina - Armando Montenegro
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El estancamiento de América Latina

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29.10.2023

El prestigioso Grupo de los 30 (G30) publicó en las semanas pasadas un importante documento sobre la persistente caída del crecimiento económico en América Latina, un fenómeno que se acentuó después del pasado boom de precios de las materias primas y que no da señales de mejoría en el futuro. El reporte, dirigido por el economista chileno Andrés Velasco, con la participación de otros prestigiosos economistas, entre ellos Daron Acemoglu, Lawrence Summers y el exministro Mauricio Cárdenas, presenta una reveladora radiografía del problema y numerosas recomendaciones para atacarlo.

Aunque después del enorme desplome en la actividad productiva que trajo la pandemia se registró una recuperación vigorosa en 2021 y, en algunos países, en 2022, con el problema inflacionario, que obligó a los bancos centrales a elevar las tasas de........

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