El esperado alivio de las presiones inflacionarias en Estados Unidos desató una serie de cambios en la economía mundial que han tenido un impacto notable sobre los mercados latinoamericanos y, en particular, sobre los colombianos.

El detonante fue la evidencia del debilitamiento del crecimiento económico y el alivio de las presiones del mercado de trabajo norteamericanos, claras señales de que se estaban alcanzando los objetivos antiinflacionarios. Esto se confirmó con la noticia de que el alza de los precios estuvo por debajo de las expectativas del mercado. Con esta información se disiparon los temores de que el Fed elevara nuevamente sus tasas de interés y, por el contrario, buena parte de los analistas pasó a esperar reducciones de esas tasas a partir del segundo trimestre de 2024.

Las consecuencias de estos eventos han sido notables. Bajaron significativamente las tasas de los Tesoros norteamericanos, especialmente las de los títulos de 10 años, subieron las bolsas y aumentó el atractivo relativo de las inversiones en otros países y, en consecuencia, se devaluó el dólar: el precio del euro pasó de cerca de 1,05 a 1,10 dólares en pocos días.

El impacto de la devaluación del dólar se sintió inmediatamente en todo el mundo. En América Latina se apreciaron prácticamente todas las monedas, y el peso colombiano, en particular, bajó de $4.231 a menos de $4.000 en pocas semanas.

Pero eso no es todo. Con el mayor apetito de riesgo de los inversionistas, también cayeron las tasas de riesgo país de las principales economías de la región. La de Chile hoy se acerca a los 50 puntos; las de México y Perú se sitúan por debajo de 100 puntos, y la de Brasil es menor a 150 puntos. Todos estos números son los más bajos en muchos meses.

También se redujo en forma significativa el riesgo Colombia. Hoy se sitúa por debajo de los 200 puntos, el menor registro en casi dos años. En particular, es inferior al que existía a principios de 2022 y al observado durante todo el gobierno de Petro. Este es otro factor que explica la apreciación de la tasa de cambio peso-dólar en el país.

De todas formas, el riesgo de Colombia, a ojos de los mercados internacionales, sigue siendo más alto que el de los principales países de América Latina. Desde la segunda mitad del año anterior, el riesgo Colombia pasó a ser superior al de Brasil, un país con una calificación crediticia menor y conocidos problemas crónicos de sus finanzas públicas. Este es el resultado de la trayectoria fiscal, los altos niveles de deuda pública y ciertos temores sobre el futuro de la conducción de las finanzas públicas en nuestro país.

Una pregunta que se repiten los analistas es ¿por qué ha bajado el riesgo de Colombia precisamente cuando Petro ha hecho anuncios tan preocupantes como el de querer deshacerse de la regla fiscal para elevar el gasto público? Lo que pasa es que los mercados no creen que el gobierno tenga la capacidad o siquiera la voluntad de hacer realidad este tipo de pronunciamientos. Ya que el presidente registra una baja y decreciente popularidad y enfrenta grandes dificultades para lograr la aprobación de sus iniciativas en el Congreso, los mercados parecen no estar preocupados por sus declaraciones y proyectos. Piensan, tal vez, que son solo palabras (sin embargo, la aprobación de la reforma de la salud podría hacerles cambiar esta percepción).

QOSHE - El dólar, el riesgo país y Petro - Armando Montenegro
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El dólar, el riesgo país y Petro

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03.12.2023

El esperado alivio de las presiones inflacionarias en Estados Unidos desató una serie de cambios en la economía mundial que han tenido un impacto notable sobre los mercados latinoamericanos y, en particular, sobre los colombianos.

El detonante fue la evidencia del debilitamiento del crecimiento económico y el alivio de las presiones del mercado de trabajo norteamericanos, claras señales de que se estaban alcanzando los objetivos antiinflacionarios. Esto se confirmó con la noticia de que el alza de los precios estuvo por debajo de las expectativas del mercado. Con esta información se disiparon los temores de que el Fed elevara nuevamente sus tasas de interés y, por el contrario, buena parte de los analistas pasó a esperar reducciones de esas tasas a partir del segundo trimestre de 2024.

Las consecuencias de estos eventos han sido........

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