Vimos, en mi anterior columna, que el pueblo es sabio, mientras la sabiduría emane del sentimiento, del estómago o de los bolsillos. Y si no, fuera de los dolorosos ejemplos citados anteriormente, veamos lo siguiente:

“.. Cuando la vieja solía contar que había sido cautiva de los indios yo le preguntaba: Entonces abuela... ¿yo tengo sangre india? Me gustaba la idea ¿sabe? Y creo que, en realidad, tengo algo de sangre india. Míreme: pómulos salientes, cabello abundante... En fin, poseo el tipo indio. Y me siento orgulloso de mi origen indio, porque yo creo que lo mejor del mundo está en los humildes.” (Juan Domingo Perón, 1967, Reportaje de la Revista 7 Días).

Perón llegó por primera vez a la vice-presidencia de la Argentina a través de un golpe de estado (1943). Firmó acuerdos con los militares, los sindicatos socialistas y sindicatos revolucionarios, “impulsó los convenios colectivos, el Estatuto del Peón de Campo, los tribunales del trabajo y la extensión de las jubilaciones a los empleados de comercio. Estas medidas le ganaron el apoyo de gran parte del movimiento obrero y el repudio de los sectores empresariales, de altos ingresos y del embajador de los Estados Unidos, Spruille Braden, por lo que se generó a partir de 1945 un amplio movimiento en su contra. En octubre de ese año, un golpe palaciego militar lo forzó a renunciar y luego dispuso su arresto, con lo que se desencadenó, el 17 de octubre de 1945, una gran movilización obrera que reclamó su liberación hasta que la obtuvo. Ese mismo año se casó con María Eva Duarte, quien desempeñó un papel político importante durante la presidencia de Perón.” (https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Domingo_Per%C3%B3n)

En 1946 fue elegido presidente democráticamente como líder de tres partidos políticos. Tan pronto como fue elegido, fusionó los tres partidos para crear el “Partido único de la revolución”, sobre los que posteriormente crearía el “partido Peronista”. En 1949 reformó la Constitución Política del Estado y fue re-elegido en 1951 en una elección donde participaron las mujeres por primera vez. En 1952 enviudó. Durante su presidencia Perón tomó medidas que favorecían a los trabajadores, incluyó a los comerciantes en los planes de jubilación, persiguió duramente a los opositores y a la prensa. Se enfrentó a la iglesia católica... Y fue derrocado en septiembre de 1955. Perón se exilió en el Paraguay, Panamá, Nicaragua, Venezuela, República Dominicana y España. Después dos intentos de volver a la Argentina, Perón finalmente logró volver a su patria en 1972. Se estableció finalmente en la Argentina el año de 1973 cuando fue elegido nuevamente presidente. Esta etapa del peronismo estaba marcada por la violencia, el apoyo incondicional de Perón a sus partidarios; se creó el comando parapolicial conocido como la “Triple A” que perseguía y asesinaba (idem) a quienes se oponían a sus ideales. Falleció en 1974, sin terminar su mandato.

Antes, especialmente durante y después de Perón, Argentina sufría constantes cambios políticos que trajeron al país, de ocupar el sexto puesto entre las potencias del mundo, a lo que es hoy, un país en vías de desarrollo. Perón fue elegido dos veces por “el pueblo” que se engolocinaba con sus discursos, que hizo de su primera esposa, Eva Perón, el símbolo de los oprimidos. Obviamente, con Perón, la Argentina empeoró constantemente. Y Perón tuvo un triste legado porque el movimiento político generado por su figura, persiste todavía perjudicando el progreso de la Argentina de manera sustantiva. El peronismo probablemente es el ejemplo más nefasto de la historia argentina y, porqué no, de Latinoamérica.

Entre otros líderes populistas, en Bolivia está obviamente Evo Morales. Un líder cocalero sin preparación alguna, con manejo deficiente del castellano proveniente de los sindicatos cocaleros de la región del Chapare de donde, según la UNODC, sale la coca en un 90 a 95 % para la elaboración de cocaína, que ganaba elecciones con porcentajes récord de votos (¿el pueblo es sabio?). Muchos analistas coinciden, sin embargo, que no era él quien gobernaba, sino su vicepresidente colaborado por una “rosca palaciega”. En todo caso, no es tema de la presente columna el analizar la política actual multipluri, la violencia, la anulación de los otros poderes del estado, del sometimiento de las instituciones al poder político, o el ejercicio del poder que persiste al día de hoy, con la manipulación inmisericorde de la “justicia”.

Y entre otros líderes latinoamericanos que claman (o clamaban) por “el pueblo” (como si el pueblo fueran ellos) estan Hugo Chávez (finado); Nicolás Maduro en Venezuela, otro líder sin formación; Daniel Ortega en Nicaragua, la dupla Fernández Kirchner en la Argentina, Lula da Silva en el coloso de Sudamérica, Rafael Correa en el Ecuador (ya no está) y el paradigma de todos: Fidel Castro (Diaz Canel es solo su “continuador”, no por eso menos radical) . Todos tienen un denominador común: asumir la “representación” de “el pueblo”, a nombre del que hacen y deshacen, persiguen, encarcelan, ¿y matan? (Es pregunta nomás). No tienen miedo a nada, ni siquiera a la historia que seguramente los juzgará, tarde o temprano.

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El pueblo es sabio (II)

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03.05.2024

Vimos, en mi anterior columna, que el pueblo es sabio, mientras la sabiduría emane del sentimiento, del estómago o de los bolsillos. Y si no, fuera de los dolorosos ejemplos citados anteriormente, veamos lo siguiente:

“.. Cuando la vieja solía contar que había sido cautiva de los indios yo le preguntaba: Entonces abuela... ¿yo tengo sangre india? Me gustaba la idea ¿sabe? Y creo que, en realidad, tengo algo de sangre india. Míreme: pómulos salientes, cabello abundante... En fin, poseo el tipo indio. Y me siento orgulloso de mi origen indio, porque yo creo que lo mejor del mundo está en los humildes.” (Juan Domingo Perón, 1967, Reportaje de la Revista 7 Días).

Perón llegó por primera vez a la vice-presidencia de la Argentina a través de un golpe de estado (1943). Firmó acuerdos con los militares, los sindicatos socialistas y sindicatos revolucionarios, “impulsó los convenios colectivos, el Estatuto del Peón de Campo, los tribunales del trabajo y la extensión de las jubilaciones a los empleados de comercio. Estas medidas le ganaron el apoyo de gran parte del movimiento obrero y el repudio de los sectores empresariales, de altos ingresos y del embajador de los Estados Unidos, Spruille Braden, por lo que se generó a partir de 1945 un amplio movimiento en su contra. En octubre de ese año,........

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