La peripecia de los ferrocarriles ha desplazado al resto de argumentos de la política asturiana a un segundo plano. La construcción de tramos de vía, la rapidez o lentitud de los trenes, las deficiencias de los servicios, ocupan el espacio que en los últimos años estaba reservado para el debate sobre las prestaciones sociales. El número de clientes del ferrocarril es relativamente bajo, muy inferior al que había hace quince o veinte años, cosa que no sucedía con las prestaciones sociales, elemento esencial para una mayoría de asturianos que cobran pensión, salario social, dependencia, IMV, etc.

¿Cómo concita el ferrocarril tanto interés? El elemento movilizador fue el final, con suspense, de la construcción de la variante de Pajares. Ya saben, iba a ser para finales de 2022, luego para principios de 2023 y terminó haciéndose el viaje inaugural después del ‘Black Friday’.

A la atención creada en torno al acontecimiento inaugural se sumaron las expectativas infladas por políticos, hosteleros, hoteleros, etc., pretendiendo convencernos de que el AVE daría paso a una nueva etapa en la historia de Asturias. Si no produjo un impulso semejante en otros lugares, cómo lo va a causar en nuestra región el tren de alta velocidad más lento de España.

Se ha pasado de reivindicar objetivos a pretender indemnizaciones por los hechos ocurridos
Al fenómeno del AVE se sumó el protagonismo de la red de cercanías ferroviarias, que, a falta del glamour de la alta velocidad, tiene el aroma de tiempos pretéritos, con frecuentes descarrilamientos, apeaderos despoblados, averías, déficit de maquinistas y viajes de Laviana a Gijón de hora y media. Abro un paréntesis para decir que siempre pensé que la forma en que están ubicados los asientos en el tren, forzando a los viajeros a entrar en tertulia, es un truco para combatir el aburrimiento inherente a los viajes interminables. En el Talgo los asientos se instalaron como en los autobuses, sin propiciar el cara a cara de los viajeros, porque eran los únicos trenes veloces.

Acepto el desplazamiento del debate político de lo social a lo ferroviario, pero siempre y cuando sepamos detectar los sesgos y trucos de sus proposiciones. Quiero destacar dos nuevos elementos que han aparecido entre los argumentos de los políticos y los agentes sociales desde que los trenes se han convertido en mercancía prioritaria del discurso político.

Compensaciones
Se ha pasado de reivindicar objetivos para el futuro a pretender indemnizaciones por los hechos ocurridos. En la jerga política, la clave ahora son las compensaciones. El escándalo de los trenes que no cabían por los túneles no dio paso a un trabajo urgente sobre la red de cercanías, la aprobación de un plan de choque, etc., sino a prestar gratis los servicios de cercanías. El problema estaba en los trenes y los túneles, así que viajar sin pagar no solucionaba nada, aunque cualquier favor económico siempre calma a clientes iracundos. Primera conclusión: la compensación, por definición, no resuelve el problema, aunque sea un paliativo indirecto para los sufridos ciudadanos.

Ahora ya se pusieron los cimientos para abaratar el precio de viajar en AVE a Madrid. Si nada se tuerce, habrá un porcentaje de plazas que se beneficiarán de los nuevos mecanismos ideados, el resto de asientos, que son la mayoría, no tendrán descuentos, pero no desdeñemos la mejora pactada con el Ministerio de Transportes, porque gallegos y leoneses la quisieran para sí.

Lo que falta es la aparición del tren Avril. El retraso en contar con ese prototipo originó las protestas de políticos y empresarios. No sabemos cuándo prestará servicio entre Gijón y Madrid. ¿Si los desajustes técnicos del tren se tardan en solventar, la solución pasará por aumentar la bonificación de los billetes?

Vamos con el segundo elemento. Los incumplimientos en las obras públicas siempre provocan una lluvia de críticas. Hasta ahora, al ministro o consejero autonómico responsable le tocaba capear el temporal. La Administración que licitaba y adjudicaba la obra era la que tenía que rendir cuentas.

Responsabilidad
Ahora, se ha procedido a un sutil desplazamiento de la responsabilidad desde la Administración contratante a la empresa que ejecuta la obra o gestiona el servicio. Cuando se supo de la imposibilidad de contar con el convoy Avril, desde el Principado se dijo que la culpa no era del Ministerio de Transportes, sino de la empresa Talgo. Es la primera vez que en Asturias se exime de la responsabilidad a un ministerio para cargarla sobre una empresa. Si se aplica esa vara de medir, los enormes retrasos en la construcción de la variante de Pajares no serían achacables al Gobierno de Rajoy (seis años y medio) o al de Pedro Sánchez (cinco años y medio), sino a las empresas adjudicatarias.

Me pareció muy significativa la visita del número dos del Ministerio de Transportes, con los presidentes de Asturias y Cantabria, a la empresa Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) para presenciar el primer corte de la chapa que se va a utilizar para construir los 38 nuevos trenes para estas dos comunidades. Una ceremonia inédita en nuestra historia. Hasta ahora, las autoridades acudían a la presentación del primer tren o se subían el mismo para hacer el primer viaje oficial, pero la industria quedaba en un segundo plano.

Con el cambio de ceremonia, la CAF queda emplazada para defenderse de las críticas si surgen problemas. Los políticos sólo asomarán cuando toque pedir compensaciones.

QOSHE - TRENES, SESGOS Y TRUCOS - Juan Neira
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TRENES, SESGOS Y TRUCOS

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13.03.2024

La peripecia de los ferrocarriles ha desplazado al resto de argumentos de la política asturiana a un segundo plano. La construcción de tramos de vía, la rapidez o lentitud de los trenes, las deficiencias de los servicios, ocupan el espacio que en los últimos años estaba reservado para el debate sobre las prestaciones sociales. El número de clientes del ferrocarril es relativamente bajo, muy inferior al que había hace quince o veinte años, cosa que no sucedía con las prestaciones sociales, elemento esencial para una mayoría de asturianos que cobran pensión, salario social, dependencia, IMV, etc.

¿Cómo concita el ferrocarril tanto interés? El elemento movilizador fue el final, con suspense, de la construcción de la variante de Pajares. Ya saben, iba a ser para finales de 2022, luego para principios de 2023 y terminó haciéndose el viaje inaugural después del ‘Black Friday’.

A la atención creada en torno al acontecimiento inaugural se sumaron las expectativas infladas por políticos, hosteleros, hoteleros, etc., pretendiendo convencernos de que el AVE daría paso a una nueva etapa en la historia de Asturias. Si no produjo un impulso semejante en otros lugares, cómo lo va a causar en nuestra región el tren de alta velocidad más lento de España.

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