Renfe va a exigir una indemnización de 116 millones de euros a Talgo por tardar en suministrar los trenes Avril. El proveedor no prevé que se acabe de formalizar la demanda porque cree que tiene razones para justificarlo, como la rotura de las cadenas de suministro tras la pandemia. Talgo informó de que dedicó el año pasado a realizar las fases de prueba de los trenes solicitados. No obstante, la empresa trabaja con la hipótesis de entregar el pedido dentro del primer cuatrimestre del presente año, es decir, antes del primero de mayo.

Es difícil que Renfe se escandalice por la tardanza de cualquier proveedor, cuando ella, como gran empresa emblemática del sector público español, tiene récords de aplazamientos en inaugurar infraestructuras y de tardanza en llegar a las estaciones. No puede decir nada del tiempo que lleva Talgo probando el tren en la vía porque Renfe rompió todos los calendarios previstos cuando se puso a hacer viajes experimentales cruzando la variante de Pajares. Chafó las campañas electorales a Barbón y Sánchez, al no poder ubicar el viaje inaugural en una fecha con contenido electoral. Le faltó un mes para que estrenáramos los túneles en 2024.

La de vueltas que da la vida. Talgo y Renfe tienen un recorrido empresarial paralelo. Las dos nacieron casi el mismo año, en el inicio de la autarquía. Renfe fue el gran cliente de Talgo durante décadas y décadas. En los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo, todo el mundo viajaba en los vagones de Renfe, con continuas quejas por tantas carencias, propias de tiempos muy duros en que escaseaba todo. Talgo, sector privado, fue una empresa especial desde el primer día. Quizás el caso más destacado de tecnología punta que tuvimos en la posguerra con el sello ‘Made in Spain’. Hubo modelos que se construyeron en Estados Unidos bajo al mando de ingenieros españoles. A mediados de los años sesenta ya alcanzaron sobre las vías españolas los 200 kilómetros/hora. Hace una decena de años salió a bolsa y se hizo con la mayoría de acciones un fondo americano. Parece que por 600 millones se puede hacer con ella una empresa húngara. Más de 600 millones destinó el Gobierno a socorrer a Air Europa, la empresa de la familia Hidalgo.

Ojalá el primero de mayo circulen ya los trenes Avril entre Gijón y Madrid. Imagino que la única compensación del Gobierno será la ampliación de la rebaja de los billetes. Lograr mejorar la oferta de Renfe, en frecuencias y horarios, sería estupendo, pero dudo de que el ministro empatice con nuestras tribulaciones.