Los alumnos de la educación obligatoria van a pasar un examen para evaluar sus competencias, no su nivel de conocimientos porque esa cuestión ha dejado de interesar con la nueva Ley de Educación (LOMLOE). Qué más da que un alumno conozca los países de América. Para un gurú de la educación, eso carece de importancia, lo interesante son las experiencias que se pueden recrear en el aula, a ser posible en grupo.

En la prueba participarán los alumnos de cuarto de Primaria y segundo de Secundaria. El objetivo del examen es detectar en qué puede mejorar cada centro. La prueba se llama, ‘evaluación de diagnóstico’. Un nombre inapropiado porque no se evalúa ningún diagnóstico, sino que de los resultados de la prueba se puede extraer un diagnóstico. Si los que están en la cúspide de la educación se expresan incorrectamente, qué se puede esperar de los alumnos. El examen «tiene carácter informativo, formativo y orientador para los centros, el profesorado, el alumnado y sus familias y para el conjunto de la comunidad educativa». Aunque el planteamiento parezca muy abierto, la realidad es muy distinta: familias y alumnos no saben los resultados obtenidos, otra cosa es que convoquen a una reunión a los padres y les hagan una valoración global. La sociedad, que sostiene con sus impuestos a la educación, como al resto de servicios públicos, no tiene derecho a saber la calidad educativa de cada centro. Es un secreto. Se advierte explícitamente que está prohibido utilizar los resultados para hacer un ranking de colegios e institutos. Las familias no deben saber que en un colegio los alumnos aprenden más que en otro. Los datos concretos quedan reservados para la Consejería de Educación. Un ciudadano tiene elementos de juicio para establecer una jerarquía entre hospitales o universidades, pero la educación obligatoria es opaca. Por eso despierta tanto interés el Informe Pisa, verdadera fuente de conocimiento sobre el nivel formativo de los jóvenes.

Como no hay control externo ni publicidad de resultados, supongo que el examen al que están convocados 15.000 alumnos será un éxito rotundo. Con la nueva ley el progreso de los estudiantes es asombroso. En la Primaria ya sólo repiten el 0,6% de los alumnos asturianos. Hay que ser ambiciosos, a ver si en 2030 ya podemos decir que en nuestra región quedó erradicada la lacra de la repetición. La LOMLOE dijo que era un mal y en nuestra tierra va a dejar de existir. Un día pagaremos las consecuencias de este autoengaño colectivo.