La entrevista de Alejandro Calvo con el secretario de Estado del Ministerio de Transportes, José Antonio Santano, se ha saldado con una nueva campaña de rebajas del precio del billete en la línea de Gijón-Madrid. Al saber que la entrada en servicio de los trenes Avril se retrasaba, el Principado, los grupos de la oposición y la patronal exigieron compensaciones. Se airearon variadas propuestas, pero el único logro cierto y concreto de la reunión es la nueva rebaja del precio del billete que quedará en 25 euros. Un 12% de los viajeros se beneficiarán del módico precio. La campaña tendrá vigencia durante el mes de abril y primeros de mayo, época en que se prevé el relevo de los trenes Alvia por los Avril. Santano se comprometió a realizar otra temporada de rebajas con los trenes Avril que se prolongará hasta avanzado el 2025. En la reunión se acordaron otras mejoras, pero expresadas de una forma tan brumosa que se quedarán en nada. Sobre la petición asturiana de reformar estaciones de cercanías, Calvo dio a conocer que se trabaja sobre un convenio con el ministerio para que participe el Principado en la financiación. ¿Por qué tiene que costear el Principado la mejora de unas estaciones sobre las que es competente el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif)? Como ya habíamos anticipado, las compensaciones se reducirán a las rebajas del precio para una minoría de viajeros.

Lo más preocupante de la reunión es que nadie se atreve a anunciar una fecha sobre la entrada en servicio de los trenes Avril. Santano dijo que mes arriba o abajo daba igual, porque lo importante es la seguridad. Con ese argumento la construcción de la variante de Pajares se hizo eterna. Ya sé que se trata de dos actuaciones muy distintas, pero es mal síntoma que ambos gobiernos estén de acuerdo en dejar en segundo plano la fecha, cuando fue el propio ministro, Óscar Puente, el primero que se atrevió a decir que estarían sobre vías a primeros de abril. Sospecho que irá para largo. Ojalá me equivoque.

La Xunta de Galicia está molesta porque quiere las mismas bonificaciones que el Principado. En vez del 12% de plazas subvencionadas, como ocurre con los trenes asturianos, en su caso se quedan en el 5%. De momento, en Castilla y León no tendrán bonificaciones. La España de las autonomías es así. Hace años, con Ana Pastor y compañía, llegamos a perder la autopista del mar, en beneficio de Vigo. Y casi queda tuerta la variante de Pajares, con un solo túnel. Ahora el peligro está en Cataluña y el País Vasco.