Son ya más de cuarenta años los que Segovia lleva despidiendo el año con un evento que congrega a miles de personas. La Carrera Fin de año aúna alegría y esfuerzo en todos aquellos que deciden apostar por hacer deporte antes de comerse las uvas. En esta ocasión, dos jóvenes atletas, Rebeca Gil y Alejandro Domingo, coparon los primeros puestos en sus categorías. Dos dignos relevos para nuestros internacionales Águeda Marqués y Javi Guerra, quienes les entregaron las medallas de ganadores en esta edición de 2023.
Dos días después de vivir la gratificante experiencia de esta prueba, el atletismo en particular, y el deporte en general, se despertó con una desagradable noticia, el fallecimiento de Carmen Valero. Pongo en antecedentes para conocer su trascendencia. Durante los años setenta del siglo XX, nuestro máximo representante en esta disciplina seguía siendo un hombre, Mariano Haro, que acarició cuatro veces el Campeonato del mundo de cross, quedando en todas ellas en segundo lugar. Cuando se retransmitía esta prueba, previamente se disputaba la de las chicas, sólo para abrir boca. Fue en los años 1976 y 1977 cuando vimos a una joven de poco más de veinte años ganar a las atletas soviéticas, imbatibles en esos años, y convertirse así en el único deportista español que hasta la fecha ha conseguido esta proeza de conquistar este Campeonato.
Pero esta victoria hay contextualizarla. El atletismo femenino estuvo prohibido desde 1941 hasta 1961, por unas razones supuestamente científicas, que indicaban que esta práctica física masculinizaba, o virilizaba según el argot que se utilizaba en la época, a la mujer, lo que la alejaba del modelo instaurado en la sociedad franquista. Por tanto, no sólo a Carmen Valero hay que darle lo que se merece por sus hazañas deportivas, sino por desmontar el mito de que no se podía ser madre, trabajadora y atleta a la vez. Gracias Carmen por todo lo que conseguiste, contribuiste a luchar por esa igualdad que cada vez parece estar más cerca.