La unión hace la fuerza y si no que se lo pregunten a las ‘Vallkirias Pisuerga’. Ellas son mujeres que padecen o han padecido cáncer de mama y, juntas, se hicieron grandes ante las adversidades. De la mano, formaron una asociación en la que su actividad principal pasa por el deporte convirtiendo el remo en la mejor de sus terapias. Por medio del Dragon Boat, que es una modalidad de piragüismo BCS y que tiene múltiples beneficios tanto físicos como mentales para la recuperación de la enfermedad, estas heroínas encontraron luz entre tanta oscuridad.
El resultado, un equipo femenino formado en su totalidad por supervivientes de cáncer de mama que, unidas, se han ganado el corazón de todos y, en el ámbito deportivo, han abrazado un puñado de medallas que ejemplifican a las mil maravillas la victoria en cada una de las batallas libradas. La madre de todas y la más importante tampoco ha sido ni será rival para ellas. Su motivación, entrega y sacrificio emocionan. No es para menos.
De primera mano lo pudieron comprobar las mujeres que, en el día de ayer, se desplazaron hasta el embalse del Pontón Alto (Palazuelos de Eresma). Allí, el equipo de las ‘Vallkirias’ formado por 48 paletistas presentaron su proyecto inclusivo, integrador y de visibilidad del cáncer en el que hicieron hincapié en sus tres pilares básicos: el terapéutico, social y deportivo. Además, el equipo junto a los asistentes presentes disfrutaron de la experiencia del Dragon Boat en una jornada mañanera entre aguas en la que reinó la valentía y diversión a partes iguales.
Con el mismo arresto y agallas con el que cada una de ellas lucha internamente en el día a día tampoco faltaron a su cita en esta jornada y, entre sonrisas y miradas cómplices de quienes saben que pueden con todo, completaron el recorrido seleccionado para la actividad. Una cita tan necesaria como transparente para dar visibilidad a un proyecto que gracias al deporte se ha erigido como un salvavidas en el medio del mar.
Que el cáncer no sea el centro
“Hemos conseguido que una vez se monten en los barcos, el cáncer pase a un segundo plano y la adrenalina del deporte lo supere por completo. Todas ellas atraviesan una misma situación y con esta actividad en Segovia queríamos mostrar cómo se mejora, física y mentalmente, con el piragüismo ”, reconoce José Luis Bentabol, presidente del Club Deportivo Vallkirias Pisuerga. Su mujer, Nachi García, es la presidenta y fundadora de este bonito proyecto.
“Ella ha tenido hasta dos cánceres, vivió una situación muy delicada y esta asociación nace fruto de unas quedadas con amigas suyas. Se empezó a juntar con varias mujeres que habían o estaban pasando por la misma situación que Narchi y, después de un tiempo informándose sobre esta enfermedad, optaron por crear esta fundación con toda la naturalidad y corazón posible para poder ayudar a más personas que estuviesen inmersas en la misma tesitura. Ni en nuestros mejores sueños podíamos haber pensado que todo esto iba a tener tanta repercusión y alcance en tan poco tiempo, pero lo cierto es que estamos encantados y ojalá vaya a más”.
Acerca de esta asociación transformada en equipo de remo, Bentabol sintetiza que “es un proyecto precioso, que está creciendo a pasos agigantados y del que no sabemos dónde están los límites. Todas ellas tienen una motivación especial que no tienen otros deportistas y que les da muchísima fuerza. Hay gente en el equipo que está con tratamiento de quimioterapia, pero se apoyan entre todas como una familia y, aparte del deporte, las terapias psicológicas que realizan las hace cambiar la forma de ver las cosas en apenas semanas. Incluso a muchas de ellas les dijeron que se olvidasen de practicar deporte y aquí están, con una recuperación física y mental brutal y un talante espectacular. Son dignas de admirar”.
En competiciones federadas
No suficiente con ello, el conjunto del ‘Vallkirias Pisuerga’ participa en competiciones federadas en la categoría BCS (supervivientes contra el cáncer de mama) de piragüismo. Una terapia a través del Dragon Boat, o Barco Dragón, que es una modalidad de remo ideal para la recuperación de secuelas de la enfermedad ya que beneficia la recuperación física del torso superior y, además, ayuda al drenaje linfático del brazo tras los tratamientos derivados del cáncer de mama.
Un proyecto que envuelve y reúne diversos condicionantes como la mejora en la calidad de vida por medio del deporte, la creación de un apoyo social y emocional que derive en un vínculo de unión para juntas poder ver el vaso medio lleno y no medio vacío, la opción de dar visibilidad a un problema cada vez más recurrente y complejo de afrontar, la de lanzar un mensaje cristalino y veraz de esperanza sobre otras personas que estén pasando o puedan sufrirla o la posibilidad de establecer vínculos con otras comunidades y países por medio de la competición deportiva. Todo en uno y con un denominador común evidente: minimizar las consecuencias de la enfermedad.
Su incansable esfuerzo , trabajo y dedicación ha superado cualquier tipo de expectativa que ni siquiera el más optimista hubiese podido llegar a imaginar y, fruto de ello, toda su labor en apenas año y medio de existencia se ha visto ya recompensada de alguna manera en aspectos meramente secundarios teniendo en cuenta el fin máximo del proyecto, pero visibles y agraciados como han sido los diferentes premios en forma de reconocimiento que han recibido. El último, hace escasos unos días y en su propia ciudad, en los premios ‘Valladolid Ciudad Deportiva’.
Además, tal ha sido el crecimiento exponencial del proyecto ‘Vallkirias’ desde sus primeros pasos con las necesidades de ámbito tanto deportiva, como social y organizativa que la asociación se vio obligada en su día a contar con un número significativo de colaboradores que se han subido al barco del proyecto y acompañan al equipo, ya sea acerca de sus actuaciones, transporte, viajes o alojamientos de la numerosa plantilla que se desplazan en cada actividad, independientemente de si es competitiva o social.
“Dragonas, aunque tengáis la corriente en contra, no dejéis de palear”, “cuando sientas que vas a rendirte piensa por qué empezaste” o “establecer metas es el primer paso para convertir lo invisible en visible” son algunos de los lemas de las ‘Vallkirias Pisuerga’ que ven por medio del piragüismo la manera de convertir un obstáculo en superación y de recuperar tanto la autonomía como las actividades en contacto con otras personas que pelean por el mismo fin.
Un campeón que nunca se rinde
La actividad llevada a cabo en el Pontón Alto no es más que una muestra de la importancia que este proyecto da a las jornadas de puertas abiertas en las que pretenden dar una mayor visibilidad sobre el Dragon Boat y pretenden aumentar la familia. Desde su creación, múltiples y muy variadas han sido las actividades sociales que ‘Vallkirias Pisuerga’ ha realizado por todos los rincones de nuestro país como las Jornadas Técnicas de Barco Dragón llevadas a cabo en Trasona (Asturias) en las que, durante dos días, realizaron entrenamientos conjuntos con otros equipos junto a clases de técnica. Además, la asociación asistió a Jornadas de Experiencias de Pacientes y Familiares y uno de sus propósitos para este año es el de, al igual que ha hecho en Segovia, recorrer diferentes puntos de la geografía nacional para seguir dándose a conocer.
En lo que al equipo de piragüismo se refiere, las ‘Vallkirias Pisuerga’ se han convertido en el gran rival a batir, pues no sólo se han alzado con títulos nacionales, sino también internacionales. Y uno de los principales artífices y máximos culpables reside en la figura de Narciso Suárez. Desde su experiencia y sabiduría como medallista olímpico, el vallisoletano es el entrenador de un equipo que se ha acostumbrado ya a ganar. “Lo que están consiguiendo es una locura para el poco tiempo que llevamos. Salen a entrenar tres días por semana independientemente de las circunstancias climatológicas, sin poner excusas y siempre dejándose todo con una sonrisa”, comenta un Bentabol que, además, entre risas asegura que “los rivales cuando nos ven creo que hasta nos tienen miedo”.
Pero no todo ha sido coser y cantar, y gracias a su constancia en el trabajo el equipo ha ido de menos a más. Los números lo avalan. En su primera prueba de fuego y competición oficial federada, el ‘Vallkirias Pisuerga’ se coló en la final de BCS (6 equipos) clasificándose en segundo puesto en su regata en el Campeonato de España en Asturias para, meses más tarde, obtener un meritorio quinto puesto en el primer Campeonato de España de Barco Dragón celebrado en el Retiro de Madrid. Una progresión vertiginosa que culminó en su primer título.
Así, en el ‘I Festival de Dragon Boat Pantano del Ebro – I Memorial Lola Echevarría’ que se celebró en el municipio de Campoo de Yuso ( Cantabria), el equipo se proclamó campeón de la competición. No fue el único triunfo conseguido, pues en agosto, dentro del segundo Campeonato de España de Barco Dragón disputado en Verducido (Pontevedra), el ‘Vallkirias Pisuerga’ se volvió a subir al cajón más alto del podio en 500BCS.
Dos oros nacionales que debieron saber a poco para el equipo vallisoletano que, el pasado mes de octubre, tocó el cielo en San Pedro del Pinatar (Murcia) proclamándose campeonas del Festival Internacional ‘Jan Collins’ BCS. Título tras título que ha llevado al ‘Vallkirias Pisuerga’ a un exigente y apretado calendario. “Tenemos una agenda muy apretada. Nuestra próxima competición será en marzo en Murcia y también viajaremos a Irlanda para el Campeonato Internacional dado que hemos sido invitadas como actuales campeonas”, asegura Bentabol. Un equipo campeón, dentro y fuera del agua, que no entiende de límites ni de imposibles.
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