Abandonar tu casa y el lugar dónde echaste tus raíces en busca de perseguir tu sueño se trata de un peaje que no todo el mundo está dispuesto a asumir. Y, por desgracia y en la mayoría de los casos, ni ese dolor ni esa penuria por dejar de lado la tierra trae de la mano ni es sinónimo firme de una recompensa deportiva. Un todo o nada que muchas de las deportistas segovianas aceptaron en su día con una mochila cargada de ilusión y ambición y que, tras años de trabajo y esfuerzo en la sombra, brota ahora su premio en forma de medallas y títulos individuales.
Así, el nombre de Segovia crece a pasos agigantados y está cogiendo cada vez más fuerza en eventos deportivos gracias a ellas. Jimena Velasco, Águeda Marqués, Marina Muñoz, Claudia Corral, Carla de la Fuente o Ángela Rodríguez son sólo algunos ejemplos de las jóvenes deportistas de nuestra ciudad que forman una camada repleta de talento, con un hambre de gloria infinita y que están brillando no sólo en el panorama nacional, sino también internacional. Su éxito es innegable y su futuro parece no tener límites.

Las segovianas son el espejo en el que se miran un buen número de niñas que aspiran a llegar todavía más lejos

Desde el pádel al atletismo, pasando por el tenis de mesa, el fútbol sala, la doma o el triatlón. En definitiva, distintas modalidades deportivas que evidencian a las mil maravillas la materia prima de una ciudad que contempla asombrada y orgullosa a partes iguales la alegría de la suyas y que comparte su felicidad como si los triunfos fuesen también un poquito suyos. No es para menos.

ROMPIENDO BARRERAS

Una situación de júbilo absoluto que atraviesa uno de sus puntos más álgidos, pero sobre la que no se puede ocultar unos tiempos atrás oscuros, sobre la que hace décadas, lamentablemente, era impensable atisbar. Ahora, por fortuna, el crecimiento del deporte femenino es una realidad que, a pesar de que continúa en una lucha eterna por la igualdad, sigue erosionando prejuicios y rompiendo las barreras ‘de toda la vida'. “Cuando yo empecé a hacer triatlón con nueve o diez años éramos dos chicas y el resto chicos. Ahora, en la misma escuela son todo chicas menos dos chicos. Es una evolución grandísima y creo que una de las claves es que las niñas cada vez tienen referentes más cercanos que las llaman la atención e intentan seguir su estela”, confiesa Marina Muñoz, la triatleta cuellarana que es una de las grandes bazas de la ciudad y que, tras sellar la permanencia con el Triatlón Soriano, tiene entre ceja y ceja para este curso el Campeonato de Europa de triatlón........

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