Con un derroche de altos quilates de solidaridad y pundonor a partes iguales, la Gimnástica Segoviana puso fin a la maldición canaria y asaltó el Silvestre Carrillo para seguir soñando por objetivos hace no muchos tiempos atrás inimaginables, pero que ahora no parecen para nada inalcanzables. Al menos, los motivos para creer sobran. Gracias a una plantilla liderada por Ramsés Gil que, además de fútbol, es todo corazón, el equipo azulgrana, esta vez de celeste, se abrazó a la victoria en La Palma como un náufrago a tierra firme y gracias a un solitario gol de bella factura de Hugo Díaz sumó tres puntos de oro ante el Mensajero (0-1).

Entre disfraces y un ambiente festivo a razón del Carnaval y, pese a la peculiaridad de visitar un territorio hostil en lo deportivo con un campo de dimensiones pequeñas y césped artificial, la Segoviana se hizo grande, mostró su mejor versión y quitó las caretas de un plumazo en unos primeros 45 minutos que acariciaron la perfección. Ni un sólo pero. Con la omnipresencia de Juan de la Mata y el trabajo incansable de Manu en la medular, la electricidad de Plomer, el oficio de Silva, la generosidad de Segovia y la contundencia de la zaga, el cuadro segoviano se hizo dueño y señor del partido con una premisa clara que llevó hasta los límites más extremos: probar por lo civil o por lo criminal la portería de Jacobo. Dicho y hecho.

La mejor versión de la Sego

No pasó del minuto cinco de partido cuando la Segoviana logró ponerse por delante en el marcador gracias a una falta lateral botada por Hugo Díaz que Sergi Molina mandó a guardar desde el corazón del área, aunque la acción quedó invalidada por fuera de juego. El primer aviso segoviano en forma de antesala para un Mensajero que, tras encadenar seis encuentros consecutivos sin perder, buscaba prolongar su buena dinámica, pero que se topó con una gigantesca Segoviana. En un quiero y no puedo constante, el equipo canario comenzó a ceder metros, más por inercia que por obligación, frente a una Segoviana que le robó la pelota y olió sangre por los costados.

Así, llegaron las dos siguientes ocasiones antes del primer cuarto de hora de juego con Astray como protagonista en ambas, con dos disparos desde larga distancia que obligaron a Jacobo a intervenir y sostener al Mensajero. La segunda de ellas de mucho mérito con una intervención providencial cargada de reflejos. Un asedio gimnástico que no derivó en una felicidad plena ya que no se traducía en goles. Sin duda, la mejor noticia para los locales. Pese a ello, el equipo de Ramsés Gil siguió picando piedra y jugando mucho en campo contrario ante un Mensajero replegado atrás, más preocupado de guardar la ropa que de atacar y que apenas se paseó por la meta de Carmona durante la primera media hora de juego.

El primer período siguió teniendo color blaugrana con una Segoviana que bailaba al son de De la Mata como director de orquesta y que, finalmente, acabó derribando la puerta canaria y encontrando la recompensa del gol. Hugo Díaz, el más listo de la clase, aprovechó un error defensivo de Misffut que intentó una cesión sobre Jacobo y, allí, apareció como un relámpago el ‘8' gimnástico', más vivo que nadie para anticiparse y, con una sutil vaselina desde larga distancia, hacer justicia en el marcador. Un gol en una acción que, aparentemente, parecía intrascendente y que Díaz transformó en mortal. Porque cuando menos lo buscó, la Segoviana lo encontró.

La recompensa gimnástica hizo mucho daño al Mensajero que, tras el paso por vestuarios, cerca estuvo de recibir un nuevo correctivo. Plomer perdonó el 0-2 en una acción marca de la casa con un Dani Segovia en el segundo palo que acabó jurando en arameo después de que el balear hiciese sin éxito la guerra por su cuenta. Una acción que supuso un punto de inflexión para los locales que, fruto del resultado y de una Segoviana que pagó el peaje del derroche físico desplegado en la primera parte, dio un paso al frente. Y ahí emergió otra de los diferentes recursos del equipo segoviano, el de la supervivencia. Desde el costado derecho con Tana como protagonista, el equipo de Yoni Oujo comenzó a someter a base de centros laterales a una zaga gimnástica que se mostró inexpugnable.

Un ejercicio de resiliencia

Sergi Molina, que parece que lleva toda la vida vistiendo la azulgrana, y después Abel Pascual, que ingresó al verde por unas molestias musculares del alicantino, se erigieron como la peor pesadilla del Mensajero evitando cualquier atisbo de ocasión por tierra, mar y aire. Tan sólo dos tímidos avisos llegaron a las manos de un Carmona que se mantuvo seguro bajo palos. Fer Llorente y Borrego ingresaron también al verde para darle un plus y pulmón a una Segoviana a la que comenzaban a flaquearla las piernas y sufría de lo lindo, con un Mensajero que, pese a la inmediata reacción a la ocasión de Plomer, bajó también de revoluciones y los cambios le restaron bravío.

Así, el duelo se encaraba ante una recta final de infarto, con la Segoviana resistiendo con puño de hierro y que, fruto del paso al frente del Mensajero, pudo matar el partido, pero le faltó colmillo. En el mano a mano con Jacobo, Borregó recortó al guardameta local, aunque se quedó en posición muy escorada para buscar el disparo pese a encontrarse a portería vacía. Así, el ‘10' buscó el pase a un Fer Llorente que entraba desde segunda línea pero no logró conectar. Una nueva ocasión que ya sí lanzó al Mensajero a tumba abierta a por el empate con mucho fútbol directo ante una Segoviana que achicaba agua a diestro y siniestro y que se llevó un susto de aúpa cuando se iba a cumplir el tiempo reglamentario.

El motivo, un leve contacto de Abel con el ariete del Mensajero dentro del área que el colegiado no consideró suficiente para señalar la pena máxima y que, finalmente, llevó la tranquilidad al banquillo gimnástico. De esta manera, la Segoviana se alzó con el triunfo y rompió el maleficio en suelo canario. Tres nuevos puntos que permiten al conjunto segoviano dormir en puestos de playoff de ascenso y dejan al equipo de Ramsés Gil en la cuarta posición de la tabla, con 36 puntos, a tres del liderato.

Una victoria que no es sinónimo de nada a ojos de la tabla para un conjunto siempre con los pies en el suelo y con el lema del ‘partido a partido' por bandera e inyectado en vena, pero que sí refuerza el proyecto de una entidad que crece a pasos agigantados. Esta Sego ilusiona y mucho.

Tags: DEPORTES

QOSHE - Fin al maleficio canario - Jonathan Fernández García
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Fin al maleficio canario

9 0
12.02.2024

Con un derroche de altos quilates de solidaridad y pundonor a partes iguales, la Gimnástica Segoviana puso fin a la maldición canaria y asaltó el Silvestre Carrillo para seguir soñando por objetivos hace no muchos tiempos atrás inimaginables, pero que ahora no parecen para nada inalcanzables. Al menos, los motivos para creer sobran. Gracias a una plantilla liderada por Ramsés Gil que, además de fútbol, es todo corazón, el equipo azulgrana, esta vez de celeste, se abrazó a la victoria en La Palma como un náufrago a tierra firme y gracias a un solitario gol de bella factura de Hugo Díaz sumó tres puntos de oro ante el Mensajero (0-1).

Entre disfraces y un ambiente festivo a razón del Carnaval y, pese a la peculiaridad de visitar un territorio hostil en lo deportivo con un campo de dimensiones pequeñas y césped artificial, la Segoviana se hizo grande, mostró su mejor versión y quitó las caretas de un plumazo en unos primeros 45 minutos que acariciaron la perfección. Ni un sólo pero. Con la omnipresencia de Juan de la Mata y el trabajo incansable de Manu en la medular, la electricidad de Plomer, el oficio de Silva, la generosidad de Segovia y la contundencia de la zaga, el cuadro segoviano se hizo dueño y señor del partido con una premisa clara que llevó hasta los límites más extremos: probar por lo civil o por lo criminal la portería de Jacobo. Dicho y hecho.

La mejor versión de la Sego

No pasó del minuto cinco de partido cuando la Segoviana logró ponerse por delante en el marcador gracias a una falta lateral botada por Hugo Díaz que Sergi Molina mandó a guardar desde el corazón........

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