Tras cincuenta años de actividad, otro negocio de hostelería echa el cierre. Nació con el nombre de Mesón Luis Miguel, con el que le bautizaron sus fundadores, Julio y Ascensión, de Cantalejo y Valdesaz respectivamente.

La familia comenzó regentando el Casino de Cantalejo, ubicado en plena Plaza Mayor, una sociedad fundada en 1911 y que aún perdura. Tras nueve años el matrimonio decidió montar su propio negocio en un local a las afueras, en la carretera hacia Segovia.

Pero el Mesón Luis Miguel siempre fue conocido con el apodo del dueño, ‘Gurriato'. Cuando el hijo Julio se puso al mando del negocio oficializó el nombre con el que le habían bautizado los clientes. Así ha permanecido hasta que la semana pasada cerró definitivamente.

Con 66 años, Julio San Bruno se ha desatado el mandil y ha soltado la rodilla. En estos últimos años y para poder descansar algo, Julio tuvo que reducir las horas de trabajo. Decidió cerrar los domingos y dejar de servir los cafés de las tardes. Una decisión dura en un ambiente en el que los clientes están acostumbrados al servicio permanente, 24+7.

El cierre del bar de Gurriato supone algo más que la desaparición de un negocio. Era el lugar de encuentro de numerosos vecinos y viajeros de paso que hacían escala en este lugar. Junto a la barra se formaban grupos de amigos. Para muchos residentes en la zona este local era su segundo hogar.

En estos años también han ido desapareciendo personajes que estaban históricamente ligados al bar Gurriato.

Pero la falta de relevo generacional, junto al sacrificio que requiere un negocio de hostelería, ha, llevado a que la ciudad briquera pierda uno de sus bares peculiares.

Julio, de voz bronca y explosiva carcajada, ha mostrado siempre el buen humor que caracteriza a todo buen camarero. Heredó el amor a su trabajo y la capacidad de sacrificio que requiere la hostelería. Junto a su esposa Belén han mantenido aquel ambiente familiar en torno a una barra, con reconfortantes cafés, sabrosos pinchos, y el trato humilde y agradable. Cerraron por obligación cuando les obligó la pandemia del 2020. Ni siquiera el premio gordo de la lotería de Navidad de 1992 en Cantalejo les cambió la forma de ser.

Julio pinchó el último barril de cerveza hace unos meses para anunciar que se despedía y vaciar el local. Los clientes no querían creerlo. Ahora encuentran la puerta cerrada y ven con ello el final de medio siglo de servicio a los vecinos.

QOSHE - Medio siglo de servicio - Florentino Descalzo Y F. D.
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Medio siglo de servicio

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29.04.2024

Tras cincuenta años de actividad, otro negocio de hostelería echa el cierre. Nació con el nombre de Mesón Luis Miguel, con el que le bautizaron sus fundadores, Julio y Ascensión, de Cantalejo y Valdesaz respectivamente.

La familia comenzó regentando el Casino de Cantalejo, ubicado en plena Plaza Mayor, una sociedad fundada en 1911 y que aún perdura. Tras nueve años el matrimonio decidió montar su propio negocio en un local a las afueras, en la carretera hacia Segovia.

Pero el Mesón Luis Miguel siempre fue conocido con el apodo del dueño, ‘Gurriato'. Cuando el hijo Julio se puso........

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