El alcalde de la ciudad, José Mazarías, expresó ayer jueves su confianza en que en la próxima semana haya buenas noticias sobre la posibilidad de dedicar las parcelas próximas a la estación del AVE Segovia-Guiomar, a zona de aparcamiento para los usuarios.

El equipo de Gobierno del Ayuntamiento contactó con los dueños de las fincas para que los viajeros de los trenes de alta velocidad puedan estacionar sus vehículos, dado que los aparcamientos de Adif (empresa dueña de las infraestructuras ferroviarias) no sólo se llenan, sino que no se amplía la capacidad y existe lista de espera.

En su comparecencia del jueves, José Mazarías comentó que esta misma semana está planteado cerrar un acuerdo con los distintos propietarios de las fincas colindantes, de forma que se pueda llegar por fin a un acuerdo de alquiler, y poder allanar el terreno, dotarlo de una cubierta de zahorra que evite encharcamientos y ofrecer una zona de aparcamiento amplia, tal como se ha demandado desde hace años por parte de los usuarios habituales del servicio de AVE.

José Mazarías señaló además que debe hacerse pronto, “teniendo en cuenta la llegada de los nuevos trenes de bajo coste y los nuevos itinerarios, que tendrán parada en Segovia Guiomar, con lo que se espera que a partir del mes próximo se incremente la demanda de plazas ferroviarias.

Como se recordará, la demanda de plazas de aparcamiento supera a la oferta, y por ello son muchos los conductores que se ven obligados a dejar sus vehículos en zonas alejadas a la estación y ocupando además una antigua vía pecuaria.

En la misma rueda de prensa, y a preguntas de los periodistas, el alcalde volvió a referirse ayer a las críticas sobre las molestias circulatorias en las inmediaciones de la calle Blanca de Silos, que se encuentra en obras para su conversión en bulevar peatonal. Mazarías insistió en la necesidad de llevar a cabo obras en la zona ante el deterioro que experimentaba la calle, y reiteró sus peticiones de disculpas a vecinos y conductores y rogó “paciencia, mientras duran las molestias, inevitables, de cualquier obra; porque ésta es otra obra más, pero que es necesario acometer”.

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