Todos los años, los cristianos entre los que se encuentran los católicos celebran la semana de Unidad de los cristianos. El punto de partida temporal es ya antiguo. Es la Asamblea de las iglesias cristianas la que inicia este dialogo a comienzos del siglo XX, aunque los católicos se han ido incorporando poco a poco. La Diócesis de Segovia lo celebra desde el día 18 al 25 de enero, organizado por la delegación de ecumenismo a quien se unen principalmente los cristianos evangélicos y los ortodoxos que viven su fe en Segovia.

Este tiempo de oración responde al esfuerzo que todas las confesiones cristianas están haciendo por vivir en unidad aunque con respeto a sus diferencias y valorando los carismas de cada comunidad. La conferencia episcopal sitúa esta semana en el marco del diálogo interreligioso. Por ello, sería importante potenciar el dialogo con otras religiones, en concreto en Segovia con la segunda religión más numerosa de creyentes existente en esta provincia: la religión islámica.

Se ha de reconocer que el Islam posee valores loables como la virtud de la hospitalidad, la atención a la familia, la generosidad con los suyos, la fidelidad a la fe, etc que se hace envidiable para los cristianos católicos. ¡Ojala los católicos recuperáramos valores que los musulmanes miman y aquellos han perdido por su contagio con los infieles!

Pero tienen defectos que impiden en gran parte el diálogo interreligioso. Esta es la doctrina que impide en gran parte el dialogo: “Sólo los musulmanes forman una comunidad. No existe semejante cosa como la comunidad islámica internacional. Sin embargo, según ellos, la ley internacional de los infieles es una ilusión. Las constituciones de los infieles no tienen ni justicia ni poder. Porque el poder únicamente pertenece a Allah’. Los derechos humanos son un engaño. Es una obligación, con excusas condicionantes, luchar Yihad (guerra santa) bajo el mando de un jefe legítimo. A los otros se les hará la guerra hasta que acepten la unidad de Allah. Se previene a los musulmanes de tomar a judíos y cristianos como amigos, puesto que son enemigos. El Islam vivo está en vía de destruir el esclavizante mito de la democracia.” (Addalqadir As-Sufi Al-Murabit en “País islámico”).

Pero no todos los musulmanes piensan lo mismo. Hay que referirse al caso de Ayaam del multiculturalismo, que a su juicio permite la permanencia de normas culturales y religiosas que frenan el proceso de emancipación de los musulmanes. Y en este contexto, se va extendiendo cada vez más la idea de que los musulmanes en España están siendo privilegiados. Es fácilmente constatable, dicen, que los musulmanes gozan en España de una especial protección por parte de algunas instituciones o poderes del Estado, dando lugar en ocasiones a situaciones sorprendentes.

El teólogo liberal Hans Küng en un libro clásico (El Islam, historia, presente y futuro. Editorial Trotta, Madrid, 2004) escribió hace años, con respecto a lo que venía ocurriendo en la laica y republicana Francia, donde los conflictos entre musulmanes y la sociedad civil republicana han ido en aumento hasta nuestros trágicos días: las muchachas musulmanas no asisten, por presión de los padres, a las clases de biología y educación física, ni toman parte en las excursiones de su grupo escolar; hacen descansos para orar en medio de los exámenes; exigen menús especiales para la comida de mediodía en las cantinas de las escuelas; los musulmanes se niegan a ser visitados y tratados en los hospitales por personal del sexo opuesto; reclaman un sector musulmán segregado (carré musulman) en los cementerios públicos o solares municipales para piscinas especiales; el envelamiento impuesto con frecuencia a las mujeres y niñas por sus padres y hermanos o con los matrimonios arreglados por los progenitores.

A pesar de todo, el diálogo interreligioso es necesario. La integración es difícil: de hecho en la época medieval vivían en barrios distintos y cerrados (judería, morería, etc). De todos modos estamos condenados a dialogar aunque solo se llevará a efecto cuando nos tratemos de igual a igual. Los cristianos y los musulmanes tenemos algo en común: luchar en contra de un ateísmo materialista que niega la trascendencia y ofende a Dios, es decir, contra los infieles e incrédulos como son llamados por los islámicos.
——
(*) Profesor emérito.

QOSHE - Semana de unidad y diálogo interreligioso - Angel Galindo García
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Semana de unidad y diálogo interreligioso

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21.01.2024

Todos los años, los cristianos entre los que se encuentran los católicos celebran la semana de Unidad de los cristianos. El punto de partida temporal es ya antiguo. Es la Asamblea de las iglesias cristianas la que inicia este dialogo a comienzos del siglo XX, aunque los católicos se han ido incorporando poco a poco. La Diócesis de Segovia lo celebra desde el día 18 al 25 de enero, organizado por la delegación de ecumenismo a quien se unen principalmente los cristianos evangélicos y los ortodoxos que viven su fe en Segovia.

Este tiempo de oración responde al esfuerzo que todas las confesiones cristianas están haciendo por vivir en unidad aunque con respeto a sus diferencias y valorando los carismas de cada comunidad. La conferencia episcopal sitúa esta semana en el marco del diálogo interreligioso. Por ello, sería importante potenciar el dialogo con otras religiones, en concreto en Segovia con la segunda religión más numerosa de creyentes existente en esta provincia: la religión islámica.

Se ha de reconocer que el Islam posee valores loables como la virtud de la........

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