El café hace parte de nuestra idiosincrasia, ha sido nuestro más importante y relevante producto de exportación, durante muchísimos años los colombianos hemos consumido café, desde el tinto que regalan en las oficinas hasta el macchiato, pasando por el perico, que es el café pintadito de leche.

Lo que no muchos saben es que el café se utiliza para muchos más temas. Según la cultura popular, el café tiene la facultad de curar las heridas. Es por eso que durante muchos años, cuando alguien quería que una herida sanara o cerrara rápido le aconsejaban: “échele café”.

Aunque hoy en día existen toda clase de medicamentos, seguramente más eficientes y con nombres rimbombantes para que las heridas sanen, son tantas las heridas que los colombianos tenemos abiertas que nos va a tocar recurrir al café.

Ya nos dijo Petro que su única adicción era al café por las mañanas. Por eso que aproveche que tiene ese preciado artículo en palacio para que le cure la herida que le abre Bukele cada vez que le contesta un trino, el último, donde le dice que lo diga sin llorar cuando escribe ese nefasto trino acerca del triunfo de Milei en las elecciones argentinas.

También le va a servir mucho el café para cerrar la herida que le produce ese “Fuera Petro” que ya empezó a retumbar en los estadios de Colombia, e, incluso, en los del exterior, como en el de Defensores del Chaco. Grito que llegó para quedarse hasta que el actual gobernante colombiano deje de hacerle daño al país o hasta que los colombianos decidamos retirarlo.

Pero no solo Petro necesita curar heridas. Qué tal las heridas que le dejaron Juan Manuel Santos e Iván Duque a Álvaro Uribe Vélez, que después de utilizar todo su patrimonio político para llevarlos a la presidencia de Colombia, lo traicionaron y engañaron. Los dos se eligieron bajo su sombra y, ya subidos en el trono, se comportaron muy diferente. Mucho café se necesita para curar esas heridas.

Son tantas las traiciones que se escuchan en política que con el cargo debería venir un kit de café para auto curarse cada vez que lo necesiten.

La reunión en Cartagena entre Petro y los principales empresarios colombianos dejó un gran sin sabor, primero, muchos grandes fueron los que dejaron por fuera de la reunión, como por ejemplo al GEA, al Grupo Bolívar, al grupo Olímpica, a Tecnoquímica, al GNB Sudameris y a Alkosto, entre muchos otros, Segundo, no trataron ningún tema relevante como las reformas que cursan en el Congreso. Fue más bien una reunión coctelera con generalidades muy elevadas, como si se estuviesen diciendo a 10.000 metros de altura. Personalmente, creo que nada saldrá de eso, más que Petro gane tiempo para seguir destruyendo todo. Tan tibia fue la reunión que no necesitaron echarse café.

El triunfo de Milei en Argentina tiene patas arriba a la izquierda latinoamericana. Viene perdiendo poder continuamente. Muy difícil le toca al nuevo presidente de los argentinos sacar adelante un país que la izquierda lo tiene destruido. Milei tiene sobre los hombros una gran responsabilidad con el continente. De él depende la supervivencia de la izquierda. Si le va mal, volverá al poder para quedarse. Si le va bien, ayudará a consolidar el libre mercado y la iniciativa privada en la región.

Si Petro logra sacar adelante lo que tiene en la cabeza para Colombia, no alcanzará toda la producción de café del país para cerrarnos las heridas. Nos lleva el que sabemos.