Lo de la presidenta Ayuso comparado con lo de Koldo, es como si al flan, le pones una bola de helado y lo cubres de nata. En ambos casos hay flan, pero en uno de los casos hay mucho más, y ese, es el caso de Ayuso.

Ambos parecen haber disfrutado de beneficios conseguidos de manera ilícita gracias a su posición y al dinero de nuestros impuestos aprovechando la situación de emergencia ocurrida durante la pandemia, pero la corrupción, no por corrupta, es siempre igual. Por mucho que se nos pasee por las ideas la palabra “miserable”, hay un añadido extra en la calidad negativa de este adjetivo cuando nos referimos a la presidenta de la Comunidad de Madrid, que se traduce en los servicios de urgencias ambulatorias cerrados permanentemente o desprovistos de médico desde pandemia, o en las siete mil doscientas noventa y una personas abandonadas a morir desasistidas por orden de su gobierno en lo más trágico de aquellos días. La responsabilidad de Koldo y Ayuso es distinta en la gestión de la pandemia; uno tiene la palabra presunto, aunque todo apunta maneras, mientras la otra, tiene un novio abiertamente corrupto, que ha confesado el delito, mientras ella vive en un piso de lujo obtenido con el dinero generado gracias a la pandemia.

Otra gran diferencia, es la expulsión de Ábalos del PSOE por el caso Koldo apenas unos días después de producirse, mientras todo el entramado del PP, político y mediático -fraguado (más si cabe) este último en la matanza de Atocha de dos mil cuatro- ha corrido a apuntalar con su propaganda a la presidenta de Madrid. Para muchos, ha habido un beneficioso saldo contable a favor por hacer correr bulos en apoyo del PP, un riego de dinero institucional para amigos, o una posición privilegiada con nómina envidiable.

A quienes tenemos conciencia, algo se nos rompe un poco por dentro cuando recordamos el silencio de la tarde/noche roto por aplausos desde ventanas y balcones en apoyo a los médicos -que para salvar vidas se jugaron la suya propia, a veces con fatal desenlace- transportistas o trabajadores de supermercado que a riesgo de infectarse mantuvieron la actividad para que la sociedad no colapsase, mientras unos pocos, veían la oportunidad de su vida para hacerse ricos.

El día en que la emergencia obligó a desactivar los filtros para la contratación pública, recuerdo pensar que sería como abrir el redil de “los listos” para que pudieran iniciar una suerte de “carrera salvaje hacia el Oeste” y pastar sin límite en la verde pradera. Y eso hicieron; comerse lo de todos, mientras los demás pensábamos la forma de ayudarnos unos a otros para salir adelante.

QOSHE - Ayuso, Koldo, y el flan (con helado y nata) - Carlos Paredes
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Ayuso, Koldo, y el flan (con helado y nata)

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15.03.2024

Lo de la presidenta Ayuso comparado con lo de Koldo, es como si al flan, le pones una bola de helado y lo cubres de nata. En ambos casos hay flan, pero en uno de los casos hay mucho más, y ese, es el caso de Ayuso.

Ambos parecen haber disfrutado de beneficios conseguidos de manera ilícita gracias a su posición y al dinero de nuestros impuestos aprovechando la situación de emergencia ocurrida durante la pandemia, pero la corrupción, no por corrupta, es siempre igual. Por mucho que se nos pasee por las ideas la palabra “miserable”, hay un añadido extra en la calidad negativa de este adjetivo cuando nos referimos a la presidenta de la........

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