Estuve en la reciente apertura de los primeros comedores comunitarios en Cali. Las escenas que presencié fueron un poderoso recordatorio de la importancia de la comida, la compañía y el apoyo mutuo.

Cerca del 30% de la población en Cali no se alimenta las tres veces al día. Este dato estadístico cobra vida en espacios como estos, donde el valor de una comida compartida trasciende lo material.

También visité una huerta en Llano Verde. Mi propia experiencia familiar marcada por épocas de escasez me permite valorar la importancia de las huertas.

La de mis abuelos era una fuente muy importante en la mesa de mi casa. Los comedores comunitarios y las huertas urbanas surgen como soluciones pragmáticas, pero su valor va más allá de la subsistencia.

En cada olla se cuece también el espíritu de cooperación y apoyo mutuo, ingredientes esenciales para una comunidad resiliente.

Las huertas urbanas, por su parte, ofrecen no solo nutrición sino también un sentido de pertenencia y arraigo para quienes han perdido su conexión con la tierra.

La inversión social efectiva debe mirar hacia estos proyectos que, aunque pequeños en escala, son gigantes en impacto humano y social.

Es crucial que tanto autoridades como ciudadanos reconozcamos y apoyemos estas iniciativas. Al invertir en comedores comunitarios y huertas urbanas, no solo estamos alimentando cuerpos sino también fortaleciendo el tejido social de Cali.

Este es el momento de entender que lo grande empieza con lo pequeño, y que el bienestar de una comunidad se construye a través de la empatía, el apoyo mutuo y el compromiso colectivo. La verdadera transformación comienza en una mesa compartida y en una huerta cultivada juntos.

QOSHE - Los comedores y las huertas - Rosa María Agudelo
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Los comedores y las huertas

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23.03.2024

Estuve en la reciente apertura de los primeros comedores comunitarios en Cali. Las escenas que presencié fueron un poderoso recordatorio de la importancia de la comida, la compañía y el apoyo mutuo.

Cerca del 30% de la población en Cali no se alimenta las tres veces al día. Este dato estadístico cobra vida en espacios como estos, donde el valor de una comida compartida trasciende lo material.

También visité una........

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