El pasado domingo los colombianos tuvieron la oportunidad de salir a marchar para manifestar su rechazo frente al gobierno de Gustavo Petro.

Lo primero que se debe resaltar de esta (y de todas las marchas que se han desarrollado desde que Petro es presidente) es que los protestantes han tenido toda la seguridad para hacerlo, los tiempos del ESMAD y las fuerzas públicas persiguiendo y hasta matando ciudadanos quedaron atrás.

Lo segundo, es que, sí hubo una asistencia masiva, siempre me ha costado creer a los medios y al estado los balances que hacen en la cantidad de gente que asiste a las marchas, dado que no hay nadie contabilizando, sin embargo, quienes estuvieron en las calles o vieron los noticieros se pueden dar cuenta que la asistencia no fue menor.

Lo tercero, es que difícilmente esta marcha se puede atribuir o catalogar como un logro de la oposición.

Precisamente sobre este último punto me quiero detener. Si bien es cierto fue la oposición quien citó a la marcha, muchos de los colombianos que salieron a marchar no obedecen propiamente al llamado de la oposición, sino más bien al desencanto que tienen hoy por el gobierno, aun habiendo votado por Gustavo a la Presidencia.

Y es que el ciudadano del común está cansado de situaciones como la acusación por enriquecimiento ilícito al hijo del presidente Nicolas Petro, el caso Laura Sarabia y Armando Benedetti con maleta llena de dinero y embajada a la medida incluidas, el desacuerdo con el llamado a una constituyente y el incumplimiento de esta propuesta de campaña, el alto despilfarro de la primera dama Verónica Alcocer que en nada representa el cambio, la necesidad de mayor ejecución y menos burocracia en el Ministerio de la Igualdad, las 20 masacres y 49 lideresas asesinas en lo que va de 2024, los escándalos de corrupción de los carro tanques guajira, así como los contratos del clan torres, el cuestionamiento a la financiación de la campaña presidencial, los reparos con las reformas, y el rechazo a un presidente que gran parte del tiempo parece más un candidato que vive en X (Twitter) y no en la realidad colombiana gobernando.

Santos dijo que el tal paro no existía, Duque se hizo el sordo y les mando el ESMAD a los protestantes y Petro estigmatiza y minimiza la marcha con un video publicado en su cuenta de X, donde Jaime Garzón de burla de quienes protestan señalándolos se de ser los gomelos y “la clase dominante”.

No puede ser, que justamente, el candidato que mejor capitalizó las protestas del estallido social y que en buena parte le permitieron hoy ser presidente, no escuche. Este no es el primer llamado de atención, desde hace muchos meses la popularidad del presidente viene en caída, pero la marcha de ayer si es una alerta, se necesita escuchar, vincular a todos los sectores y redireccionar el rumbo del gobierno.

De otro modo, la senda progresista de Colombia quedará sepultada en los 4 años de Petro con los muchos o pocos logros que pueda tener en un país polarizado y sin mayorías en el Congreso.

QOSHE - 21A - Juan Camilo Vanegas
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23.04.2024

El pasado domingo los colombianos tuvieron la oportunidad de salir a marchar para manifestar su rechazo frente al gobierno de Gustavo Petro.

Lo primero que se debe resaltar de esta (y de todas las marchas que se han desarrollado desde que Petro es presidente) es que los protestantes han tenido toda la seguridad para hacerlo, los tiempos del ESMAD y las fuerzas públicas persiguiendo y hasta matando ciudadanos quedaron atrás.

Lo segundo, es que, sí hubo una asistencia masiva, siempre me ha costado creer a los medios y al estado los balances que hacen en la cantidad de gente que asiste a las marchas, dado que no hay nadie contabilizando, sin embargo, quienes estuvieron en las calles o vieron los noticieros se pueden dar cuenta que la asistencia no........

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