¡Aúpa!
Les escribo del último desembarco en Sevilla de hinchas curada en salud: primero, me quedé en casa la tarde-noche de la final; ergo, no tuve ocasión de cabrearme al ver la Alameda convertida en los campos de Marte. Segundo, ya he expresado aquí varias veces lo que pienso sobre este afán de los que mandan en Sevilla por promover su sucesiva invasión bárbara en UEFAs o Copas. También he esquivado Twitter y sus equipos de opinión sincronizada, capaces de freírle la sangre al santo Job. Si postularse para albergar estos pifostios genera riqueza, mal concepto de riqueza manejamos.
Aclarado esto, les confieso que observar a la afición del Athletic –que es la que me ha tocado, deduzco que mi barrio era fan........© Diario de Sevilla
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