Esta ciudad no deja de asombrarme. Pasan los años y mantengo intacta mi capacidad para quedarme estupefacto: el jueves por la tarde, en un día desapacible con intensos chubascos, decenas de personas hicieron cola en la calle Ancha para recibir un topolino que cualquier otro día , sin colas y sin lluvia, pueden comprar por un euro y medio en Los Italianos. El lema de Cádiz debería cambiarse de “Dominator Hercules Fundator” a “De lo que no cuesta llena la cesta”, gratis hasta cachetás. Me he acostumbrado a ver las colas para los erizos, los ostiones, las gambas o la berza, quizás lo achaco a que se he convertido en una tradición, que ya sabemos que en esta ciudad una cosa se repite dos años y ya es tradicional, hasta que deja de serlo, basta ver las barbacoas del Trofeo que era imposible acabar con ellas hasta que se suprimieron sin que viniera el Libro Guiness. O la elección de diosa, que también desapareció de la noche a la mañana, después de que algunas ultrafeministas fueran ninfas para lucir palmito, todo el mundo tiene derecho a cambiar de opinión, tuviera que ver. La familia Campo hace una pequeña inversión con un resultado extraordinario en términos de publicidad. La Topolinada Popular ya se ha convertido en una tradición, con esas colas interminables. Veo las fotos y me entran ganas de ponerme a repartir un euro a cada uno de los que esperan paraguas en mano, los pobres, como si fuera la cola de Virgen de Valvanuz , el Banco de Alimentos o la Cruz Roja, como una aglomeración en Gaza para recibir ayuda humanitaria salvo que en Cádiz no hay ejército israelí que dispare contra los necesitados. Igual podemos crear la ONG Topolineros Sin Fronteras , que sea declarada de utilidad pública para que las donaciones puedan desgravarse de la renta, que luego viene María Jesús Montero con la hucha. TSF con el dinero recaudado podría regalar topolinos todo el año a los pobres indigentes para que no sea solo una vez. Para evitar las colas se podría hacer como en algunas ciudades, que los coches circulan cada día según tengan la matrícula par o impar. Podríamos hacer lo mismo con el DNI , así los pobres necesitados de topolinos no tendrán que hacer largas colas bajo el inclemente tiempo que nos está llenando los pantanos para que nos apliquen el tarifazo en el agua. Aunque igual lo que le gusta a la gente no es el topolino sino hacer cola, que yo ya me pierdo por los vericuetos de esta Trimilenaria. Es posible que la próxima cola del topolino se acerque Bruno, que ha cogido la costumbre de ir a todos lados: un asesor da la voz de la alarma “¡aglomeración en Ancha!” y el alcalde con su corte de pelotas , mochila al hombro, se acerca a interesarse por los allí reunidos.

QOSHE - Topolinada popular - Fernando Santiago
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Topolinada popular

19 0
09.03.2024

Esta ciudad no deja de asombrarme. Pasan los años y mantengo intacta mi capacidad para quedarme estupefacto: el jueves por la tarde, en un día desapacible con intensos chubascos, decenas de personas hicieron cola en la calle Ancha para recibir un topolino que cualquier otro día , sin colas y sin lluvia, pueden comprar por un euro y medio en Los Italianos. El lema de Cádiz debería cambiarse de “Dominator Hercules Fundator” a “De lo que no cuesta llena la cesta”, gratis hasta cachetás. Me he acostumbrado a ver las colas para los erizos, los ostiones, las gambas o la berza, quizás lo achaco a que se he convertido en una tradición, que ya sabemos que en esta ciudad........

© Diario de Cádiz


Get it on Google Play