Decían Kiki y Javi Osuna en la inauguración de su fantástica exposición en Cajasol que los 80 fueron la gran década del carnaval. Desde luego fue mi década, si me permiten historias del abuelo Cebolleta: saqué las oposiciones en la Diputación, me casé, nació mi hija, fui destituido por Alfonso Perales (afortunadamente caído en el olvido) tras haber firmado un manifiesto contra la OTAN,un grupo de amigos sacamos tres chirigotas, salí elegido concejal del Ayuntamiento de Cádiz, una mala década para el Atleti. Fue, como ven, una década intensa en mi vida. Según he oído a mi hija hay un adjetivo al respecto, ochentero, me lo dijo cuando quería tirar el rótulo del pub que había donde ahora está la biblioteca. Esa década, para el carnaval, bajo mi modesto punto de vista, fue determinada por la irrupción de las chirigotas de Paco Rosado y compañía. Los Dedócratas acercaron a los jóvenes a los coros en los 70, Tres Notas Musicales a los cuartetos en los 90, pero los 80 fueron desde Los Cruzados a Los Conquistadores una década marcada por la manera de hacer carnaval de un grupo de gente con los Rosado, Gómez y compañía, que abrieron las puertas a otra forma de entender el carnaval, chirigotas bien cantadas, sin borderíos ni estridencias, buenos cuplés, maravillosos pasodobles, popurrís ingeniosos, tipos llenos de detalles . Estas chirigotas abrieron la puerta a Los Tontos de Capirote, a las chirigotas del Yuyu y el Selu, a las primeras de Los Carapapa y Juan Carlos Aragón, al Sheriff, si me apuran incluso a Vera Luque. Para los que vivimos aquellos años no hay otras agrupaciones como esas. Comprendo que luego llegarían las comparsas de jóvenes guaperas con sus estridencias que tanto calaron entre los jóvenes, Martínez Ares, Beinvenido, Tovar obligaron a renovarse a Antonio Martín y otros autores de corte clásico. Nosotros seguíamos a las chirigotas de Paco Rosado por todos lados, desde sus locales de ensayo (todavía recuerdo la manera en la que repetían “otro cualquiera en su caso se hubiera echao a llorar” hasta que a Paco le parecía bien). En aquella década conocimos a los Osuna, cuya amistad dura hasta el día de hoy, lo que no es baladí, que diría Javi. Fueron seis chirigotas nada más, pero su impacto perdura. Aquella década fue también la de la irrupción de las chirigotas callejeras, del carnaval chiquito, de los pregones maravillosos de grandísimo nivel como los de Quiñones, Alberti, Ory o Burgos. Suena todo muy nostálgico, seguro que para gente más joven hubo otros años mejores, pero para los boomer los 80 fueron especiales. Los madrileños recordarán los años de la Movida, los gaditanos nos quedamos con “cruzado, cruzado, nos dice el enemigo”.

QOSHE - Los 80 - Fernando Santiago
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Los 80

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27.01.2024

Decían Kiki y Javi Osuna en la inauguración de su fantástica exposición en Cajasol que los 80 fueron la gran década del carnaval. Desde luego fue mi década, si me permiten historias del abuelo Cebolleta: saqué las oposiciones en la Diputación, me casé, nació mi hija, fui destituido por Alfonso Perales (afortunadamente caído en el olvido) tras haber firmado un manifiesto contra la OTAN,un grupo de amigos sacamos tres chirigotas, salí elegido concejal del Ayuntamiento de Cádiz, una mala década para el Atleti. Fue, como ven, una década intensa en mi vida. Según he oído a mi hija hay un adjetivo al respecto, ochentero, me lo dijo cuando quería tirar el rótulo del........

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