El Mallorca le ofreció al Madrid su particular tratamiento, el de un equipo en el que cuenta cada segundo y que convierte los partidos en un jeroglífico. Equipo correoso, de fútbol sencillo, solidario y directo, habituado al sufrimiento –en la Copa eliminó al Tenerife en el último minuto de la prórroga y a la Real Sociedad en los penaltis, antes de perder la final contra el Athletic en la tanda que decidió el encuentro– y a medir el índice de atención de sus rivales. Al Madrid le costó hincar el diente al partido, pero aprovechó la media distancia, donde sus chutadores son implacables: Valverde, Bellingham, Kroos y, en esta ocasión, Tchouameni.

Morlanes desvió el remate del centrocampista francés, que ahora empieza a coquetear con la posición de defensa central, y la trayectoria despistó a Rajkovic, un guardameta que por envergadura ocupa mucha portería. Más limpio y elegante fue el tiro de Bellingham en el primer tiempo. Se estrelló en el larguero, pero señaló al Madrid una ruta para acabar con la resistencia del Mallorca. Desde ahí hasta el final, su único problema radicó en la inseguridad de Lunin en un par de centros.

A estas alturas de temporada, los detalles cuentan más que nunca, tanto como la seguridad para moverse en los pantanosos terrenos de las últimas jornadas. Lo explica la última jornada de la Premier League, donde ayer perdieron pie el Arsenal y el Liverpool, derrotados en casa por el Crystal Palace y el Aston Villa. Cuando sube la marea de verdad, las ligas se convierten en otra cosa.

El Madrid tiene más experiencia que nadie para moverse en los embrollos de última hora. Es un eterno habitante en las rectas decisivas de los campeonatos. Por lo que parece, también el Manchester City está hecho de la misma pasta. Los dos encabezan las mejores ligas de Europa, uno, el Real Madrid, desde el comienzo de la temporada, el otro persiguiendo como un sabueso. El pasado año, el City cazó al Arsenal. Esta vez ha alcanzado el liderato a falta de cinco jornadas del final.

SANTIAGO SEGUROLA

SANTIAGO SEGUROLA

Dos potencias se reunirán en el Etihad y los entrenadores tomaron las medidas de rigor antes del enfrentamiento. Ancelotti tiró de plantilla contra el Mallorca. Guardiola hizo lo mismo en la visita del Luton. Los dos salvaron la máxima energía posible a sus estrellas, con éxito en los resultados. En Son Moix se intuyó el equipo que jugará contra el City. Jugaron una mayoría de los que no serán titulares en Mánchester. Militao apenas jugó tres minutos, lo que se toma como un indicio de la titularidad de Nacho en el Etihad.

El partido apenas dejó noticias. El Madrid no pierde en Liga desde el verano pasado. Tampoco es noticia que Vinicius marque diferencias, como lo hizo cuando ingresó en el segundo tiempo. Es un compendio de potencia, aceleración, habilidad y motor, mucho motor. Repite esfuerzos explosivos con una frecuencia inaudita. Atrás quedan las preocupaciones que generaron sus dos lesiones musculares en el comienzo de la temporada. Es el exultante Vinicius de las dos temporadas anteriores, una garantía de problemas para cualquier rival.

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Navegantes en la gran borrasca

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15.04.2024

El Mallorca le ofreció al Madrid su particular tratamiento, el de un equipo en el que cuenta cada segundo y que convierte los partidos en un jeroglífico. Equipo correoso, de fútbol sencillo, solidario y directo, habituado al sufrimiento –en la Copa eliminó al Tenerife en el último minuto de la prórroga y a la Real Sociedad en los penaltis, antes de perder la final contra el Athletic en la tanda que decidió el encuentro– y a medir el índice de atención de sus rivales. Al Madrid le costó hincar el diente al partido, pero aprovechó la media distancia, donde sus chutadores son implacables: Valverde, Bellingham, Kroos y, en esta ocasión, Tchouameni.

Morlanes desvió el remate del centrocampista francés, que ahora empieza a coquetear con la posición de defensa central, y la trayectoria........

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