Deseo, con la ayuda de Dios, que en el nuevo año los jóvenes saquen hacia fuera todo su potencial positivo para la creación de la civilización del amor y cuando abran las redes sociales salga música de Mercedes Sosa, Víctor Jara, Johann Sebastian Bach, Ludwing Van Beethoven, poemas de Mario Benedetti, Juan Antonio Corretger, Pedro Casaldáliga ....
Quiero que los niños y niñas puedan jugar en las calles sin ningún peligro. Que cuando abran sus regalos encuentren libros edificantes.
Un año nuevo en que evitemos la competencia e individualismo. Que son cultivo para el narcisismo que rompe los vínculos de la colectividad. Que el bien común le gane al culto del Yo.
Espero que realmente se materialize la igualdad entre hombres y mujeres, heterosexuales y homosexuales, negros y blancos, patrono y trabajores y trabajadoras, personas mayores y jóvenes, religiosos y ateos, ricos y pobres.
Ruego que las religiones entiendan que no salvan el poder, ni prestigio, sino las prácticas de la humildad, el diálogo, el respeto, la fraternidad, la amistad y la defensa de los derechos humanos.
Deseo que la naturaleza sea respetada, apreciada y cuidada como a nosotros mismos. Que comprendamos e internalizemos que la naturaleza es sagrada.
Sueño con nuevo año sin guerras, sin fundamentalismos de ningún tipo, sin pobreza, sin desigualdades, sin capitalismo neoliberal, sin coloniaje, neocolonialismos y corrupción.
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