K es Kissinger, a quien muchos, aplauden por sus cien años. Aunque, Willian Safire de NY Times lo acusa: “como un cínico inmoral que mimó dictadores, y permitió sangrías espantosas en tres continentes”.
El historiador Greg Grandin sostiene: para entender “la crisis de Norte América contemporánea – sus interminables guerras en el extranjero y la polarización política en el interior– tenemos que leer a Henry Kissinger”.
No todos los que citan a Mr K tienen la firmeza del historiador Christopher Hitchens, al plantear: “el ex secretario de Estado debería ser juzgado en la CPI como criminal de guerra”.
Muere pero sobreviven un océano de testigos de cargo, periodistas, historiadores y abogados, dispuestos a proporcionar antecedentes sobre muchos de los crímenes de Kissinger en Camboya, Laos, Vietnam, Timor Oriental, Bangladesh, contra los kurdos, en Chile, Argentina, Uruguay Chipre, y otros lugares. Notable el libro de Seymour Hersh, El precio del poder, Kissinger en la Casa Blanca de Nixon, narra sus años como asesor de seguridad nacional y secretario de Estado y lo delata como tramposo manipulador y disimulador. Colmo, Mr K daba autorizaciones para que el FBI realizara escuchas de altos funcionarios de su entorno: “era especialista en hacer trabajos sucios dentro de su burocracia. Extraño, sus obituarios resaltan diversidad de facetas de su vida y, desde los medios hegemónicos y cantan loas al fallecido Henry Kissinger, aunque sea difícil de explicar, cuando se trata de uno de los personajes que infligieron mayor daño a la humanidad.
Suma infamia a la política exterior del triste recordado presidente Richard Nixon, que lo ubica, para siempre, al lado de los peores asesinos en masa de la historia. El más notable Henry Kissinger, el célebre criminal de guerra, a quien la Casa Blanca “compró” el Premio Nobel de la Paz, cuando tenía 100 años. Las acciones políticas de Kissinger entre 1969 a 1976, ocho años, dirigió la política exterior de Richard Nixon y luego de Gerald Ford, como asesor y secretario de Estado, significaron el exterminio, entre tres y cuatro millones de personas, sin sumar los muertos en Afganistán e Irán, según el investigador e historiador de la Universidad de Yale Greg Grandin.
Kissinger se fue. Su locura queda. Sus seguidores imponen resolución legal con la doctrina Monroe, que justifica la impune intervención política.
Mr K, el cínico
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12.12.2023
K es Kissinger, a quien muchos, aplauden por sus cien años. Aunque, Willian Safire de NY Times lo acusa: “como un cínico inmoral que mimó dictadores, y permitió sangrías espantosas en tres continentes”.
El historiador Greg Grandin sostiene: para entender “la crisis de Norte América contemporánea – sus interminables guerras en el extranjero y la polarización política en el interior– tenemos que leer a Henry Kissinger”.
No todos los que citan a Mr K tienen la firmeza del historiador Christopher Hitchens, al plantear: “el ex secretario de Estado debería ser juzgado en la........
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