La guerra económica contra nuestro país ha procurado un escenario emergente, la ruptura progresiva de la cultura aletargada y envilecida -que producto del rentismo petrolero- se promueve en la sociedad venezolana, apuntando así hacia una nueva cultura productiva anclada a la creación de valor: hecho en Venezuela.

En este proceso, consignas como: “pescar es vencer” y “Venezuela come pescado” forman parte de una estrategia nacional que promueve el desarrollo -en este caso- de la pesca y la acuicultura como uno de los sectores sobre el cual se apalanque el nuevo modelo económico post-petrolero.

Como un primer aspecto, merece la pena destacar la diversificación y masificación del consumo de proteínas para la población más vulnerable en el marco de la política económica instrumentada por el Ejecutivo Nacional. Una contundente respuesta a las desigualdades sociales que se producen en una economía asediada por los poderes facticos del actual Orden Mundial en crisis.

Venezuela cuenta una amplia variedad de especies marinas y acuíferas, lo que abre una ventana de oportunidades para promover una política de exportación más agresiva y ambiciosa hacia el mercado internacional con especial atención en el mercado del gigante asiático. Ello conlleva a pensar en un proceso de industrialización a lo largo de la cadena de esta actividad económica asegurando un espacio para nuestros productos.

Recientemente se dio a conocer que Venezuela y China firmaron un protocolo sanitario para exportación de especies el mar, hecho que permitirá que más de 100 empresas exportadoras cuenten con los incentivos necesarios realizando las inversiones a que haya lugar en aras de recuperar las deterioradas capacidades productivas que nos deja el saldo de la guerra económica.

Pescar en armonía con la naturaleza -pesca artesanal- debe ir de la mano de una poderosa infraestructura -industria pesquera de enlatados, congelados y concentrados, entre otros- para transformar la materia prima en un producto con calidad de exportación.

Un gran reto que nos ocupa en movilizarnos del rol surtidor de materias primas al rol productivo para el resto el mundo. Se trata pues, de establecer alianzas nacionales e internacionales enlazando con otras estrategias de política económica en desarrollo -como las Zonas Económicas Especiales- para propiciar inversiones que permitan desarrollar con fortaleza toda una infraestructura productiva y abrirnos al mercado internacional con la firme convicción de posicionar nuestros productos del mar, productos con sello venezolano.

QOSHE - Pescando la Industrialización - Elio Córdova
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Pescando la Industrialización

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29.03.2024

La guerra económica contra nuestro país ha procurado un escenario emergente, la ruptura progresiva de la cultura aletargada y envilecida -que producto del rentismo petrolero- se promueve en la sociedad venezolana, apuntando así hacia una nueva cultura productiva anclada a la creación de valor: hecho en Venezuela.

En este proceso, consignas como: “pescar es vencer” y “Venezuela come pescado” forman parte de una estrategia nacional que promueve el desarrollo -en este caso- de la pesca y la acuicultura como uno de los sectores sobre el cual se apalanque el nuevo modelo económico post-petrolero.

Como un primer aspecto, merece........

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