Inicia el año 2024, con perspectivas de crecimiento positivas para nuestra economía, alrededor de 4% -conforme el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2023- presentado por la Cepal; como así lo fue para el año 2023, según lo anunciado por el Jefe de Estado, Nicolás Maduro, quien refirió el crecimiento consecutivo de la actividad productiva en los últimos diez (10) trimestres.

La política de Estado en materia económica ha demostrado el firme propósito de sostener prospectivamente su avance, asegurando mecanismos para la toma de decisiones acertadas en función del crecimiento y desarrollo del país, con especial énfasis en la atención social del pueblo venezolano. Todo ello en observancia de la compleja situación del proceso de acumulación capitalista a escala mundial y su entramado internacional, regional y local -dada la interrelación que existe entre las distintas economías- en el marco de la globalización.

No en vano expresó Klaus Schwab -fundador del Foro Económico Mundial- “enfrentamos un mundo fracturado y una creciente división social, que conducen a una incertidumbre y un pesimismo generalizado” en una demostración clara de lo que supone la falta de cooperación y la desconfianza como factores que atentan contra el crecimiento económico y -en consecuencia- contra la calidad de vida en los países, en donde se hace necesaria la inclusión de los desarrollos tecnológicos y la inversión social generadora de oportunidades para todos.

En este contexto, apremia la necesidad de afinar las estrategias de política económica cada vez con mayor agudeza para asegurar el propósito de crecimiento y desarrollo, en una economía asediada por el hegemón. Impulsar la producción nacional -petrolera y no petrolera- con la participación permanente del sector privado abonará el camino en distintos sentidos. El más significativo de ellos, la recuperación progresiva del salario con la consecuente recuperación del poder adquisitivo del venezolano y el infalible incremento de la demanda de bienes y servicios movilizando los procesos productivos.

Sigamos apostando pues al camino concreto de la conciliación, la reconfiguración de los procesos y la recuperación de nuestro sistema productivo. La certidumbre es el ingrediente principal para sazonar en esta -nuestra- receta para capitalizar la coyuntura en favor de la economía venezolana de cara a los desafíos que supone el 2024.

QOSHE - Neoindicadores de macroeconomía - Elio Córdova
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Neoindicadores de macroeconomía

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12.01.2024

Inicia el año 2024, con perspectivas de crecimiento positivas para nuestra economía, alrededor de 4% -conforme el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2023- presentado por la Cepal; como así lo fue para el año 2023, según lo anunciado por el Jefe de Estado, Nicolás Maduro, quien refirió el crecimiento consecutivo de la actividad productiva en los últimos diez (10) trimestres.

La política de Estado en materia económica ha demostrado el firme propósito de sostener prospectivamente su avance, asegurando mecanismos para la toma de decisiones acertadas en función del........

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