Ayer se cumplieron 73 años del asesinato de Carlos Delgado Chalbaud Gómez, en la quinta Maritza, situada en la calle La Cinta de Las Mercedes, propiedad de Antonio Aranguren, quien ocupaba la presidencia de la junta militar, integrada con Luis Felipe Llovera Páez y Marcos E Pérez Jiménez, quienes derrocaron a Rómulo Gallegos Freire, el 24 de noviembre de 1948. Se debe aclarar que el nombre correcto del mandatario asesinado no tenía los apellidos Delgado Chalbaud, los cuales pertenecían a su padre, de nombre Román, quien fue un luchador contra Juan Vicente Gómez, y en 1906, contrajo nupcias con Luisa Elena Gómez Velutini y el primogénito del matrimonio vino al mundo el 20 de enero de 1909, por lo que en su propia identidad llevaba los apellidos Delgado Gómez y esto es lo estamos aclarando, a la vez que señalar que él decidió asumir estos apellidos en honor a su progenitor, quien en la lucha contra JV Gómez, murió en la invasión realizada por Cumaná, con el buque Falke, el 10 de agosto de 1929.

Las acciones contra el coronel post mortem la iniciaron los comprometidos en las primeras horas de la mañana del 13 de noviembre de 1950, cuando el mandatario en compañía de su principal edecán, el teniente de navío Carlos Bacalao Lara, su chofer y el motorizado que servía de “mosca” se desplazaban hacia el palacio de gobierno. Cerca del puente Chapellín fueron rodeados por varios vehículos y de uno de ellos se bajaron cinco hombres armados, dirigidos por el general Rafael Simón Urbina, de antecedentes antigomecistas. Se llevan al mandatario rumbo a Las Mercedes. En el vehículo, Delgado Chalbaud le dice a Urbina que no fuera cobarde y que lo igualara en la lucha al éste quitarles las charreteras. Así llegan a la residencia de Antonio Aranguren y es cuando Delgado recibe varios disparos que le ciegan la vida y Urbina es también herido en una pierna, al igual que el edecán.

En las siguientes horas del asesinato ocurren otros hechos, entre los cuales destaca que Urbina se asila en la embajada de Nicaragua, pues su esposa tenía esa nacionalidad. Entregado a los funcionarios de la Seguridad Nacional, intentó fugarse y cayó abaleado cuando lo trasladan a la Cárcel Modelo. Es necesario señalar que la veintena de hombres pagaron su participación en el crimen y salieron en libertad cuando ya habían transcurrido más de 10 años del derrocamiento de Pérez Jiménez, lo que lleva a pensar que el dictador no formó parte en esa acción criminal, pues lo hubieran revelado para lograr su libertad.