Un cambio de “visión” exige desafíos y muchas veces ir contra las mediaciones y las narrativas enseñadas en los medios de comunicación, en las escuelas, colegios, universidades, etc, con las que minan los imaginarios y estandarizan las sociedades.

Entender que las dinámicas sociales no surgen de lo divino, si no que son construcciones humanas, construcciones históricos-sociales y con esas convicciones debemos afrontar hechos y realidades que nos afectan y transformarlas.

Veamos el siguiente ejemplo: en 1492 cuando la invasión europea llega a estas tierras con Colón a la cabeza, con él bajaron de los barcos: la religión, las experiencias del fanatismo de las cruzadas, los prejuicios, costumbres, cultura, las armas, la guerra, el modo de vida, la cosmovisión eurocéntrica como pertrechos; con ello, la España blanca y católica inició la invasión, conquista y colonización del Nuevo Mundo.

Mientras tanto, en estas tierras se encontraban otros seres humanos con una historia de más o menos 15.000 años de existencia. Sociedades, comunidades con diferentes niveles de “desarrollo”, con modos de vida totalmente distintos en su forma de pensar, vivir, relacionarse entre sí y la naturaleza.

Lo que no sabían estos seres humanos es que al ser ¿descubiertos? automáticamente ellos, sus tierras y todo lo que les pertenecían pasaban a ser propiedad de la corona española.

La identidad y diversidad se reduciría a “indios”. Toda la espiritualidad ancestral se reduciría a un único dios, a la fe católica, con lo que se esconde el verdadero motivo de los viajes de Colón: nuevas rutas, expansión y poder económico de España.

En los años 1512-13 nacen las famosas Leyes u Ordenanzas de Burgos y Valladolid, con las que se cultivan a las culturas ancestrales: se les imponen el género mujer-hombre (orígenes del patriarcado). “El hombre tiene el poder de decidir dónde trabaja la mujer o que no trabaje. Se establece una relación de propiedad, pues se habla de “su” mujer y no de “su” hombre”. La mujer embarazada, a partir del mes cuatro hasta que el hijo cumple los tres años, solo puede dedicarse a labores domésticas (hacer pan, guisar, limpiar, etc). El hombre puede negociar directamente el sueldo de su mujer con el patrón, sin considerar la opinión de la mujer, y nada de andar desnudos, a vestirse todo el mundo.

“Si no se siente no se entiende”. Simón Rodríguez.

QOSHE - Vístete, india mujer - Alfredo Clemente
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Vístete, india mujer

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21.03.2024

Un cambio de “visión” exige desafíos y muchas veces ir contra las mediaciones y las narrativas enseñadas en los medios de comunicación, en las escuelas, colegios, universidades, etc, con las que minan los imaginarios y estandarizan las sociedades.

Entender que las dinámicas sociales no surgen de lo divino, si no que son construcciones humanas, construcciones históricos-sociales y con esas convicciones debemos afrontar hechos y realidades que nos afectan y transformarlas.

Veamos el siguiente ejemplo: en 1492 cuando la invasión europea llega a estas tierras con Colón a la cabeza, con él........

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