El 8 de diciembre de 1823, Simón Bolívar escribe una carta a Santander en la que le dice: “he sabido que ha llegado de París un amigo mío, don Simón Rodríguez: si en verdad haga usted por él cuanto merece un sabio y un amigo mío que adoro. Es un filósofo consumado, y un patriota sin igual”. Comenzando el año 1824, el Libertador del Mediodía de América se encuentra en Pativilca en plena campaña del sur contra el ejército colonial español. Tiene 40 años. Recibe el año nuevo enfermo.

El 19 de enero de 1824, Bolívar al tener la certeza de que Simón Rodríguez está en Colombia, la república procreada a orillas del Orinoco el 17 de diciembre de 1819 y nacida políticamente en la batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821, le escribe a Rodríguez.

En esta bicentenaria epístola hay tres ejes esenciales: uno axiológico, uno ecológico y otro pedagógico, todos transversalizados por una columna descolonizadora, ya que Bolívar se refiere a Europa como “ese mundo caduco”, una Europa que “está encorvada con el peso de los años, de las enfermedades y del hálito pestífero de los hombres”. En cuanto al primero, la amistad, humildad, gratitud, reconocimiento y reciprocidad son valores propios no sólo de la Revolución Bolivariana sino de una humanidad más humana como nos canta Alí Primera: “que sea humana la humanidad”. Bolívar ve en Rodríguez su guía política y ambientalista. Le llama amigo de la naturaleza y al hablar de ésta se refiere con una frase hierática y adelantada a su época: “próvida madre”.

El carácter pedagógico de esta esquela está centrado en la sensibilidad, en la ternura, en el amor, no en la inagotable e insufrible didáctica de la memorización. Formar no el cerebro sino el corazón es de una trascendencia tal que aún en nuestros días es difícil asimilar para maestras y maestros. Y si a esto le agregamos que esa formación va dirigida hacia la libertad, la justicia, lo grande y lo hermoso, la irreverencia se hace insurgente porque se transforma en brújula pedagógica para la creatividad y el desarrollo de potencialidades de los seres humanos invitándoles a la emancipación no sólo política, sino espiritual.

Simón Rodríguez anotó lo siguiente al dorso del original: “no conservo esta carta por el honor que me hace, sino por el que hace a Bolívar. Confesar que me debía unas ideas que lo distinguían tanto, era probar que nada perdía en que lo supieran, porque su orgullo era
el amor a la justicia”.

QOSHE - Carta de Pativilca - Alí Rojas Olaya
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Carta de Pativilca

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18.01.2024

El 8 de diciembre de 1823, Simón Bolívar escribe una carta a Santander en la que le dice: “he sabido que ha llegado de París un amigo mío, don Simón Rodríguez: si en verdad haga usted por él cuanto merece un sabio y un amigo mío que adoro. Es un filósofo consumado, y un patriota sin igual”. Comenzando el año 1824, el Libertador del Mediodía de América se encuentra en Pativilca en plena campaña del sur contra el ejército colonial español. Tiene 40 años. Recibe el año nuevo enfermo.

El 19 de enero de 1824, Bolívar al tener la certeza de que Simón Rodríguez está en Colombia, la república procreada a........

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